España niega toda responsabilidad en la compra de oro nazi porque fue ''jurídicamente impecable"

España no tiene ninguna responsabilidad en las compras de oro nazi durante la II Guerra Mundial. Así de tajantes son las conclusiones del informe definitivo elaborado por la comisión gubernamental de investigación que preside Enrique Múgica y que ayer fue entregado al presidente del Gobierno, José María Aznar. El estudio se muestra abierto a modificaciones si posteriores investigaciones de otros países acreditan resultados diferentes. Pese a ello, recomienda al Ejecutivo, "desde su propia legitimidad democrática y por el sentimiento humanitario de los españoles, que aporte la ayuda que juzgue más conveniente, a la Organización Mundial Sefardí'' de la que son miembros numerosos ciudadanos españoles.

El Gobierno de Franco fue el segundo mayor comprador de oro a Suiza durante el periodo comprendido entre 1939 y 1945. El Ejecutivo aceptará, previsiblemente, la recomendación de la comisión presidida por el ex ministro de Justicia socialista y aportará una cantidad simbólica para las víctimas del holocausto. Pero no será en, concepto de restitución, como los países que han aceptado su culpabilidad en el comercio ilícito del oro nazi expoliado a los judíos, sino de ayuda solidaria."No seremos ni de los que más aporten ni de los que menos. Eso es algo que depende exclusivamente del Gobierno. Pero esperamos que éste acepte nuestra sugerencia", señaló Múgica después de entrevistarse ayer con Aznar en el palacio de La Moncloa.

El informe, de 300 fólios, ha sido dirigido por el profesor Pablo Martín Aceña, con quien han trabajado las economistas Elena Martínez y Begoña Moreno, así como el historiador Miguel Martorell. En otra área de la investigación trabajó también el profesor Antonio Marquina. Durante seis meses, este grupo de especialistas ha buceado en los principales archivos oficiales. La comisión adelantó parte de sus conclusiones durante el congreso mundial sobre oro nazi celebrado el pasado mes de diciembre en Londres.

Las conclusiones de la comisión de investigación se refieren exclusivamente a las transacciones de oro monetario. Es decir, aquel comprado oficialmente por el Instituto Español de Moneda Extranjera (IEME) para formar parte de las reservas españolas. En total, las compras ascendieron a 67,4 toneladas, por un valor actual de 765 millones de dólares.

La mayor parte de ese oro, 38,6 toneladas, fue adquirida a bancos suizos. Al Banco de Inglaterra se le compraron 14,9 toneladas; al Banco de Portugal, 9,4; al alemán Transatlántico, 2,5; al Exterior de España, 1,4, y al Internacional de Pagos, 1,4. Todo en lingotes de diversas procedencias.

"La participación, jurídicamente impecable, del Estado español en estas transacciones se explica por las difíciles circunstancias del momento. España salía de una guerra civil de tres años, con una economía de mera subsistencia en la que se carecía de lo más elemental, sobre todo en alimentos, máquinas y combustibles. Todo ello agravado por su aislamiento en una guerra mundial que al terminar se transformó en guerra fría", señalan las conclusiones de la comisión española. Las reservas de oro habían desaparecido después de que el Gobierno de, la República transfiriera 510 toneladas a la Unión Soviética.

En opinión de la comisión, esta situación avala jurídica y moralmente las razones de España para realizar estas transacciones de oro. "Los aliados lo comprendieron así cuando los enviados de la Comisión Aliada de Control pidieron revisar sobre el terreno las cuentas del IEME y las reservas del Banco de España liberando su posterior negociación en los bancos extranjeros", agrega.

Esta fiscalización de los aliados sobre las compras de oro de Franco, de la que existe numerosa documentación en los archivos del Banco de España, ha sido la principal baza de los historiadores oficiales para sustentar su tesis de inocencia. Las cartas cruzadas entre Harold M. Randall, agregado de la Embajada esadounidense en Madrid, y Blas Huete, director general del IEME, son muy elocuentes.

El equipo de investigadores muestra su adhesión "a la creciente corriente de opinión en la comunidad internacional que vuelve a tomar conciencia del drama del holocausto judío".' Aznar creó esta comisión tras la visita a España el pasado mes de junio de una representación del centro Simón Wiesenthal.