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El comisionado para la paz en Colombia rechaza la solución militar

Jorge Marirrodriga

La solución militar no terminará con el problema de las guerrillas en Colombia, ya que es la negociación política -con atención a los problemas sociales que originaron el problema- la fórmula para acabar con la violencia guerrillera en el país, declaró ayer Daniel García Peña, alto comisionado para la paz del Gobierno de Colombia.García Peña, de visita en Madrid para participar en un seminario hispano-colombiano, ya ha cosechado un triunfo con esta política tras el acuerdo de Viana, alcanzado entre el Gobierno de Ernesto Samper y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), liderado por el ex sacerdote español Manuel Pérez. A pesar de que reconoce que no ha habido ningún avance positivo con el grupo guerrillero más activo, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el comisionado colombiano se muestra optimista. "Aunque el preacuerdo se centra en el ELN, tiene como objetivo convertirse en un proceso abierto en el que puedan participar todos los grupos insurgentes. El país es consciente de la necesidad de poner fin a la guerra y por ello hay muchos estatementos implicados (entre ellos la guerrilla) en la búsqueda de este objetivo".

Además de su rechazo a la acción militar, -"el Ejército no es ineficiente, lo que es ineficiente es la guerra"-.García Peña estima que las negociaciones deben abarcar a todos los protagonistas posibles. "Antes se basaban sólo en conversaciones entre el Gobierno y la guerrilla. El preacuerdo de Viana ha logrado implicar una amplia participación. Además el énfasis ya no está puesto en el desarme de los guerrilleros -en los últimos años 6.000 hombres han entregado sus armas- y su reinserción, sino en las causas sociales que originaron el conflicto".

Electoralismo

Sin embargo, el logro del preacuerdo con la guerrilla del ELN se ha visto ensombrecido por las acusaciones vertidas contra el presidente colombiano de intentar ocultarlo con el fin de hacerlo público en fechas cercanas a las elecciones y favorecer así al candidato de su partido, el ex ministro de Interior Horacio Serpa."Hubiéramos querido que el preacuerdo no hubiese sido hecho público hasta que no fuera un acuerdo definitivo", explicó García Peña, quien subrayó que las acusaciones de electoralismo son "absurdas". "No se trata de ocultar un hecho, sino de guardar reserva hasta que el acuerdo esté debidamente ratificado". Según el político colombiano el preacuerdo de Viana establece la participación de los dos candidatos a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. "El que gane las elecciones tendrá que liderar el proceso de paz, y el que pierda tendrá que ayudar al primero".Las conversaciones con la guerrilla no peligran en el caso de que en las elecciones presidenciales de junio acceda a la jefatura del Estado un candidato que no sea del actual partido gobernante (el liberal de Ernesto Samper), ya que "la propuesta recoge a amplios sectores de la sociedad colombiana".

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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