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Ana María Matute identifica su vida con un cuadro de Petrus Christus

En la oscuridad hay luz, y la prueba es "el reducto interior que todos debemos tener; allí donde nadie te puede herir. Ese lugar que tú salvas, como puedas, y que es lo que te hace seguir viviendo". Ésta es la reflexión de Ana María Matute sobre la obra La Virgen del árbol seco, de Petrus Christus, del que dice que representa gran parte de su vida.Ella, Matute, ha estado en ese cuadro, lo ha habitado. Así lo contó el sábado, dentro del programa el Cuadro del mes del Museo Thyssen-Bornernisza de Madrid, en el que cada mes un escritor recrea una obra del museo.

La escritora y académica barcelonesa, de 72 años, escogió esta pequeña tabla de Christus (1410-473/4), de los primitivos neerlandeses, porque está llena de simbolismos. Pintada hacia 1450, sobre un fondo oscuro hay un árbol seco cuyas ramas parecen formar una corona de espinas, de las que cuelgan 15 letras A doradas y en medio de la cual está una Virgen muy blanca con el Niño en brazos.

"Me recordaba mi infancia", dijo Ana María Matute, "el descubrimiento de la luz de la oscuridad". Y entonces evocó aquel día del hallazgo cuando ella, en la oscuridad, rompió un terrón de azúcar y vio saltar chispas azules.

Por eso, la autora de Los hijos muertos (1958) y Olvidado rey Gudú (1996) no ve en el cuadro lo que todos dicen ver. ¿Una corona de espinas? "A mí no me parece. Los árboles siempre me han gustado, el bosque, sus sombras". ¿Letras A doradas de avemarías? "No me parece. Son palabras que tenemos que descubrir para llegar a entendernos: amor, amistad...". Y sobre la Virgen con el Niño, entre la sequedad del árbol de reverdecer, para ella significa la imagen total de la soledad y la inocencia.

"Yo conozco esa oscuridad. Yo he estado ahí. Yo también he tenido un niño en brazos y he estado rodeada de espinas, pero con fe y esperanza", afirmó la escritora. Más que otra cosa, el cuadro simboliza "Ia lucha en un mundo donde todos están solos, pero con una gran capacidad para salir adelante, porque mientras haya una mujer con un niño en brazos habrá esperanza".

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