Arrabal fabula sobre la misteriosa desaparición de su padre en 1936
Fernando Arrabal ha vivido siempre obsesionado con la desaparición de su padre, uno de los escasos oficiales que en la Melilla de julio de 1936, se mantuvo fiel a la República. "Mi tragedia familiar es una más de las que sucedieron durante la guerra civil, pero la diferencia radica en que mi drama está inconcluso porque no he conseguido saber cuál fue el destino final de mi padre. Esta circunstancia ha estado presente en toda mi vida y en toda mi obra". Con estas observaciones presentó ayer el escrior, nacido en Melilla en 1932, su novela Ceremonia por un teniente bandonado (Espasa).
Después de resaltar que los aspectos humanos de la guerra civil han sido poco novelados, Arrabal calificó su libro como "una carta de esperanza que rompa con aquella división de buenos y malos". "He querido hablar con tranquilidad y sin cargar las tintas", agregó, "porque es malo guardar cadáveres en el armario". Las indagaciones de Arrabal sobre la suerte de su padre han llegado al popular programa de TVE ¿Quién sabe dónde? dirigido por el periodista Paco Lobatón y que ya ha recibido un "aluvión de cartas y de informaciones" sobre el caso, según relató Arrabal.
Dramaturgo, novelista, director de cine y uno de los intelectuales más polémicos, Fernando Arrabal se mostró ayer partidario de que "Ios españoles no olvidemos porque la memoria es una facultad esencial, entre otras cosas, para evitar que la Historia se repita". Admirado y premiado en toda Europa, la restauración democrática sirvió a Arrabal para reencontrarse con España hasta el punto de que planea vivir en este país tras muchos años de residencia en París.
Babelia
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