El tabaco y el azúcar ilustran la vida de Cuba y Puerto Rico en 1898
El Museo de América expone la economía de 'las perlas de las Antillas'
La producción artesanal del tabaco y la industria azucarera definen el trabajo y la vida cotidiana de Cuba y Puerto Rico en 1898. Sobre "las perlas de las Antillas", el Museo de América, de Madrid (avenida de los Reyes Católicos, 6) inauguró ayer una exposición que reproduce las explotaciones económicas y las haciendas de los últimos colonos españoles, junto a piezas de las culturas prehispánicas.
La antigua parroquia de la Ciudad Universitaria de Madrid se ha convertido en la sala de exposiciones temporales del Museo de América, que tras su rehabilitación presenta sus colecciones sobre las culturas americanas desde el paleolítico hasta el siglo XX. La sala se inauguró este año con una amplia muestra del arte contemporáneo de Guatemala y el programa del primer semestre se completa con Cuba y Puerto Rico 1898. Las perlas de las Antillas, abierta desde ayer y hasta el 26 de abril, y el montaje del centenar de muñecas rituales Kachinas, que se presentarán en mayo tras su actual estancia en la sala de La Caixa de Girona.La exposición sobre Cuba y Puerto Rico 1898. Las perlas de las Antillas fue recorrida ayer por la ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, quien destacó a su llegada al Museo de América la importancia de la muestra al recoger los cambios en los países en este siglo y su despegue económico, que en el caso de España significa Ia entrada en la primera categoría de países de Europa".
Una planta de tabaco, una sembradora y un conjunto de machetes y hachas utilizadas en la zafra de la caña abren el montaje de la exposición, planteada con intención didáctica en numerosos carteles.
Ambiente privado
El montaje está dividido en tres espacios, dedicados a la producción del tabaco, el ambiente privado de una hacienda y la fabricación de azúcar, con una introducción sobre los antecedentes históricos, con objetos de la cultura taína y una figura de hechicero fumando, y la población relacionada con los dos productos, con tambores y máscaras (diablillos) de los ñáñigo, sociedad secreta de estibadores de Cuba o bastones de mando de los mocongo en ceremonias de santería.Aparatos relacionados con la producción de tabaco y azúcar se mezclan con mapas y cuadros (hay obras de Antonio Gisbert y Alejandro Ferrant), muebles y objetos domésticos (se han incluido un piano rectangular que perteneció a Juan Ramón Jiménez y el abrigo de uniforme de Antonio Maura). Félix Jiménez, comisario de la muestra organizada por Cultura en el Centenario 1898, ha reunido piezas de los museos de América, de Antropología, de Artes Decorativas y Romántico, con la colaboración de los museos de Tabacalera y Azucarera Española.
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