Patty Diphusa sube a las tablas
Claudia Frías recrea al personaje más radical de Almodóvar
Patty Diphusa se ha hecho cuerpo con la venia de su creador. Este personaje inventado por Pedro Almodóvar ha salido de las páginas de la revista La Luna de Madrid, donde se refugió en los 80, para llegar desde hoy al teatro Alfil de Madrid. Claudia Frías, actriz mexicana de 31 años, protagoniza la versión teatral de esta provocadora sex-symbol del porno y especie de memoria de la movida. Es una exitosa adaptación mexicana, interpretada por Frías desde 1995, "con un sentido positivo de la vida".
"Lo más difícil para una persona como YO, que tiene tantas cosas que decir, es empezar. Me llamo PATTY DIPHUSA y pertenezco a ese tipo de mujeres que protagonizan la época en la que viven. ¿Mi profesión? Sexsymbol internacional, o estrella internacional del porno, como quieran llamarlo. Mis fotonovelas y algunas películas de Super 8 mm. se han vendido muy bien en África, Portugal, Tokio, en el Soho y en el Rastro..."Así empieza a hablar Patty Diphusa en sus crónicas recogidas en un volumen por la editorial Anagrama, una actriz que piensa que la realidad imita al porno y entre cuyas amistades se encuentra Addy Possa, "la única yonqui que conozco que después de aficionarse a la heroína no ha bajado ni un gramo de peso". Es la primera vez que Alrnodóvar autoriza una adaptación teatral en español de su radical personaje (hay una versión en catalán), sobre la que varios directores, actores y productores han estado detrás. Es un alter ego literario del director manchego basado en una estrella de fotonovelas y películas porno que decide compartir sin pudor las vivencias que le ha dejado su andadura por los vericuetos de la movida.
La adaptación teatral de Patty Diphusa se realizó a mediados de 1995. "Todo empezó en Ciudad de México cuando me encontré en una fiesta a Sigmund Falo". Así se dirige a los espectadores Claudia Frías al comienzo de la obra, muy ligerita de ropas y con colores plastificados. "Yo pertenezco a ese tipo de mujeres que simplemente y en cualquier estado son capaces de enloquecer a los hombres", seguirá contando la renacida actriz porno mientras se pasea entre las mesas, por qué no, en busca de unas piernas varoniles que la mimen.
Pero ésa es apenas una de las definiciones de esta mujer que no es sólo la provocación carnal y verbal, sino que también se siente orgullosa de dosificar las muestras de su inteligencia. Y no por capricho: "No es de buen gusto con los caballeros demostrarles que detrás de un aspecto de perfecta muñeca Barbi Supertar se esconde un cerebro priviegiado". Aunque fiel a su filosofía de "no tener pelos en la lengua", no niega que es bueno caer de vez en cuando en la tentación de "ir a tope de inteligente".
En una hora Frías narra las aventuras de Patty en España y los personajes que se ha topado en esta visita. "Una representación en la que ya no se le habla al lector sino al público", afirma la actriz mexicana. Más que un drama es como un divertimento, tratando de que el público tenga un papel activo.
Claudia Frías se enamoró de Patty Diphusa porque, dice, "tiene todas las características de los personajes de Almodóvar: espontáneo, positivo, sin pelos en la lengua y con ese toque de ternura y cierta ingenuidad que retrata de una manera agradable a la mujer".
José Luis Solís, director de teatro mexicano, fue quien presentó a Frías el personaje a través del libro Patty Diphusa y otros textos, recopilación de los articulos de Almodóvar publicados en la revista La Luna. Ella aceptó y se inició el tramite para lograr los derechos de autor.
Solís y Trías querían resaltar el lado salvaje de Patty Diphusa. Según el crítico de cine Alfonso Sánchez, al que la misma Patty hace referencia, sus interpretaciones eróticas "están provistas de algo inclasificable". "Cuando YO hago una fellatio", afirma Patty con orgullo, "el espectador sólo presta atención a la expresión de mis ojos y de mi boca. Y es que YO, ante todo, y haga lo que haga, soy una actriz".
El estreno de Patty Diphusa se celebró en Monterrey a mediados de 1995 y a partir de entonces la obra se representó más de 200 veces. Los derechos de autor no habían sido acordados en un principio y la obra fue suspendida. Hasta que un equipo de El Deseo S.A., productora de Almodóvar, viajó a México y dio su aprobación tras encontrarse con una adaptación "con mucha gracia, humor y, sobre todo mucha, sinceridad", según una portavoz de la productora.
Babelia
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