La carga policial contra artistas aviva el conflicto del Centro Galego

La indignación se extendió ayer entre los políticos y las organizaciones culturales gallegas por la carga policial contra un centenar de artistas que el jueves se manifestaba ante el Centro Galego de Arte Contemporáneo (CGAC) en protesta por la destitución de su directora, Gloria Moure. Los partidos de la oposición al PP, Bloque Nacionalista Galego (BNG) y PSOE, y el sindicato CC 00 se sumaron a las protestas mientras los artistas gallegos recibían muestras de solidaridad de toda España.

La policía cerró el jueves el museo para impedir que los artistas accediesen al recinto y golpeó a varios de ellos en un intento de abrir paso a los coches oficiales de altos cargos de la Xunta que abandonaban el lugar tras asistir a una reunión del patronato del CGAC. Los pintores Antón Patiño y Xosé Freixanes, así como el arquitecto Pedro de Llano, miembro del Consello da Cultura Galega, fueron algunos de los que recibieron los porrazos de los agentes.Por si no bastara ya en el conflicto desatado tras las destitución de Moure, que ésta atribuye a las presiones del "sector más reaccionario" del PP, la carga policial levantó ayer un clamor no sólo en Galicia, sino en algunos, colectivos culturales del resto de España. "Esto nos retrotrae a los tiempos de las cavernas", declaró el presidente del Círculo de Bellas Artes, Juan Miguel Hernández, quien calificó de "tragicomedia" los sucesos ocurridos a la puerta del museo. Para Hernández, la destitución de Moure "es un síntoma preocupante para la necesaria dimensión de calidad en el campo artístico", sobre todo cuando se ha quedado al frente del CGAC, como sustituto en funciones, un especialista en arte barroco, el profesor Xosé Manuel García Iglesias. El Círculo de Bellas Artes de Madrid emitió anoche un comunicado de condena "a la represión a la que se ha visto sometido el mundo de la cultura gallega a raíz de los incidentes del jueves".

La Unión de Artistas Plásticos de España, que representa a 2.000 socios, se solidarizó con sus compañeros gallegos, quienes presentaron ayer un nuevo manifiesto en apoyo de Moure suscrito por 300 firmas, entre ellas las de creadores españoles como Antoni Muntadas, Rafael Canogar, Juan Genovés o el historiador del arte Valeriano Bozal, además de algunos extranjeros que han expuesto en el CGAC en los últimos cuatro años, caso de Vito Acconci, Christian Boltanski, Anish Kapoor o Giovanni Anselmo. De ese modo, los artistas replicaban a las declaraciones que realizó el día anterior el consejero de Cultura de la Xunta, Jesús Pérez Varela, quien aseguró que la mitad de los 60 intelectuales que suscribieron el primer documento contra la destitución de la directora del CGAC se había retractado posteriormente. Las asociaciones de artistas y críticos afirman tener constancia de que es la propia consejería la que está "presionando" a algunos de los que han elevado su protesta a fin de que cesen en su apoyo a las movilizaciones.

Derechos democráticos

El líder nacionalista Xosé Manuel Beiras coincidió con los colectivos de escritores, pintores y críticos en denunciar que tras el cese de Moure la Xunta ha emprendido una "caza de brujas". Beiras convocó una conferencia de prensa para denunciar la "agresión" policial contra representantes del mundo de la cultura que se manifestaban pacíficamente. "Están violando el ejercicio de los derechos democráticos", manifestó el líder del BNG, "el poder en Galicia convierte cualquier muestra de discrepancia en un inexistente problema de orden público. Parece que vivimos en un constante estado de excepción". Beiras reconoció la potestad de la Xunta para revocar en sus cargos al personal de confianza, pero destacó que el Gobierno de Manuel Fraga "no es capaz de explicar" los verdaderos motivos del cese de Moure, y deploró que se haya emprendido contra ésta una "persecución".