Victoria Abril homenajea a las amas de casa en 'La mujer del cosmonauta'
La película es una comedia que narra una crisis matrimonial desde el mundo virtual que se nos va aproximando
Es la última catarsis de Victoria, Abril. Y ha decidido compartirla con todos desde la piel de La mujer del cosmonauta, una coproducción franco-española, que se estrenará este viernes. "Un pequeño homenaje a las maris que no pudieron coger el tren de la liberación" dijo ayer la actriz en la presentación de la película. Una comedia asomada al mundo virtual que se avecina para mostrar una crisis matrimonial "por falta de comunicación y de demostración de amor" cuenta Abril, que entregará en los Goya el premio a la mejor película.
Victoria Abril es una "mercenaria del cine", según su propia definición, en pos del mejor guión y en un continuo safari por los personajes que no ha hecho. Esta actitud la ha llevado a rodar más de 80 películas desde 1975 y ahora a convertirse en una esposa que vivirá una separación cósmica y una unión virtual."Una historia que espero me coja muy muerta, o por lo menos calva", dice la actriz madrileña de 38 años en un tono que busca la sonrisa del público, en presencia del director del filme Jacques Monnet y del actor Gérard Lanvin.
La película rodada en Madrid pero en francés, "es una comedia de la vida cotidiana que más que sacar carcajadas busca hacer sonreír y, sobre todo", aclara Monnet, "que la gente se reconozca un poco en los personajes". Porque el tema omnipresente en la película es la incomunicación entre las parejas. Los protagonistas coinciden en la importancia de reconocer que no basta con sentir los sentimientos sino que hace falta expresarlos.
La mujer del cosmonauta cuenta la historia de un ama de casa con dos hijos y un esposo aspirante a una misión espacial. Ella reza y ruega para que elijan a su mando y de este modo no tenerlo cerca. Su deseo se cumple, pero la dicha apenas le dura lo que tarda en cambiarse el corte de pelo, porque cuando regresa a casa se encuentra a su esposo, vía satélite, en el televisor del salón. Empieza así una convivencia virtual "en la que los dos se dirán cosas que nunca se dirían cara a cara", dice el director. Una especie de demostración de que la vida en pareja es imposible y sin pareja en cambio también. "Esa es la paradoja: ni contigo ni sin ti", asegura Monnet, que agrega: "De cuando el conflicto se convierte en parte vital de una relación".
Rossy de Palma también interviene en la película en el papel de la amiga íntima de Abril. "En el cine lo más difícil de lograr y hacer creíble es la amistad. Entonces, cuando estábamos a 15 días de empezar el rodaje y sin amiga, le dije: '¡Rossy te necesito!' Y ella, aunque estaba ocupada, se dejó comer el tarro y no se lo agradeceré bastante".
Victoria Abril recordó que no pone ningún tipo de etiquetas nacionalistas a la hora de rodar un filme. "Soy muy mercenaria y voy donde me ofrezcan un guión que tenga la sensación de no haber hecho y que considere que me puede interesar".
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