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Farmaindustria pagará el año próximo a Sanidad la mitad de lo que se le pedía

El 'medicamentazo' incluirá 415 fármacos con distintas presentaciones

Farmaindustria, logró uno de sus objetivos en el pacto de ahorro en farmacia que hoy firma con el ministro de Sanidad, José Manuel Romay. Este año los laboratorios devolverán 29.145 millones de sus beneficios, pero el que viene sólo 16.000, la mitad de lo que se les pedía, al tener en cuenta que ganarán menos como consecuencia de otros puntos del pacto. Con las medidas previstas, incluida la exclusión de unas 400 medicinas, Sanidad prevé ahorrar este año 75.000 millones. El PSOE entiende que el pagano será el usuario, ya que los medicamentos excluidos tendrán precios libres.

La negociación de este pacto, alcanzado a duras penas el pasado 30 de diciembre, ha sido tan crispada que hoy ambas partes presentarán sus resultados por separado. Durará sólo dos años, como también pretendía la industria; y servirá, al menos durante este periodo, para contribuir con 65.000 millones a la financiación adicional de la sanidad pactada con las comunidades autónomas para los próximos cuatro años.El acuerdo no contempla el impacto del polémico medicamentazo. Pero la lista de fármacos está en marcha y supondrá, según fuentes de la negociación, un ahorro de 32.000 millones de pesetas, a costa de excluir de la financiación pública entre 415 y 425 productos (cada uno de ellos con varias presentaciones). Estas medicinas pasarán a tener precios libres, como ya se recoge en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos, y además se podrán seguir recetando en la sanidad pública con una receta especial. Eso si, advirtiendo al usuario de que tendrá que pagar su precio íntegro.

Rebaja de precios

Además, este año habrá una rebaja de precios, como anunció el propio ministerio. Con ello se busca ahorrar otros 10.000 millones. La rebaja será solo de algunas medicinas y se negociarán una por una con sus fabricantes. En resumen, si todas estas medidas tuvieran efecto desde el uno de enero (lo cual ya es imposible), el ahorro a finales de año subiría hasta 71.145 millones de pesetas. A ellos hay que sumar otros 4.000 que se espera ahorrar gracias a los medicamentos genéricos -un 25% más baratos-. En los trámites para su. puesta en práctica -entre ellos el decreto de rebaja de precios- se perderá algún tiempo de ganancia.El fleco más importante que quedó en diciembre era cómo, diseñar el pacto para 1999. y aquí Farmaindustria ha conseguido rebajar su aportación hasta los 16.000 millones, al serle reconocido que perderán el dinero por otra parte: a costa de la mayor venta de los genéricos más baratos.

El PSOE, que no consiguió que el ministro Romay compareciera en el Congreso para explicar el pacto antes de firmarlo, tacha estas negociaciones de "oscurantistas". Su portavoz sanitaria, Angeles Amador, sostiene que en el acuerdo se trampean las cifras: "se suma dos veces", dice, porque Farmaindustria ya está aportando dinero en virtud de otro acuerdo anterior firmado en 1996. Este año, en concreto, han sido 17.000 millones de pesetas los aportados. Cón ello, Amador, calcula que realmente la aportación adicional de la industria en el nuevo pacto son 12.000 millones y no 29.000.

Fuentes ministeriales replican que en este nuevo pacto sólo se puede restar, en, todo caso, la mitad de lo que debería pagar la industria en 1998 -unos 8.500 millones-, ya que el acuerdo anterior vencía el próximo 30 de junio. Desde el ministerio se defiende que los cálculos de ahorro para este año dan un margen suficiente como para cumplir el compromiso de los 65.000 millones.

Pero el PSOE va más allá en sus preocupaciones. "No vamos a hacer lo que hizo el PP con nosotros cuando planteamos la primera exclusión de medicamentos, pero tampoco queremos que nos usen de tapadera", afirma Amador. "No estaremos de acuerdo con la financiación selectiva si se va a hacer a base de transferir el coste al bolsillo privado".

La portavoz socialista se refiere al impacto que puede tener el que los fármacos excluidos se sigan recetando, aunque el paciente pague su precio íntegro. Amador cree que si se excluyen grupos terapéuticos completos (todos los fármacos disponibles para un tipo de trastorno), serán muchos los que paguen la medicina a la que están acostumbrados.

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