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De la comedia a las adaptaciones históricas

Miguel Ángel Villena

Licenciado en Derecho, Jean-Paul Rappeneau comenzó a trabajar como ayudante de dirección de Louis Malle y Philippe de Broca para pasar luego a labores de guionista en infinidad de películas francesas. Poco conocido en España, debutó en la dirección con Esposa ingenua (1965) y cultivó también la comedia con títulos como Gracias y desgracias de un casado del año II o Mi hombre es un salvaje.Pero hasta 1990 no logró su consagración al decidir pasarse al, drama histórico y adaptar una cuidada y espectacular Cyrano de Bergerac, con Gérard Depardieu como protagonista. La película triunfó en todo el mundo y significó el salto a la fama tanto de Rappeneau como del actor. Esta película demostró las posibilidades dé llevar a la pantalla una obra de teatro sin que pierda su fuerza dramática y al mismo tiempo evitando la teatralidad. Apoyada en el tirón de una historia romántica encarnada por Olivier Martínez y Juliette Binoche, el director intenta con El húsar en el tejado revalidar su anterior éxito.

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Rappeneau califica de increíble que no se vea más cine europeo en Europa
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