Rappeneau califica de increíble que no se vea más cine europeo en Europa
El director de "Cyrano" estrena en España "El húsar en el tejado"
, Su anterior película, Cyrano de Bergerac, tuvo un enorme éxito, pero las dificultades de distribución para el cine europeo en España han retrasado el estreno de El húsar en el tejado. Jean-Paul Rappeneau se ofrece como ejemplo de los increíbles obstáculos que halla el cine europeo en Europa en una lucha sin cuartel contra las grandes producciones estadounidenses. Pese a haber dirigido sólo seis filmes en 30 años, Rappeneau figura entre la élite del cine francés. No duda cuando afirma que el cine es "básico para mantener una identidad cultural".
En apenas unos días de estancia en Madrid, donde promociona el estreno, mañana, de El húsar en el tejado, Rappeneau (Auxerre, 1932) lamenta no haber visto una serie de películas sobresalientes del cine español más reciente que todo el mundo le recomienda. "Me parece increíble que la cartelera de París no ofrezca más cine español o que El húsar en el tejado haya tropezado con tantos problemas para su distribución en 60 salas de España", señala Rappeneau con indignación, pero sin sorpresa. A mitad de camino entre la generación de la nouvelle vague y los nuevos realizadores galos, Rappeneau declara que el cine francés vive una etapa de renovación tras el estancamiento creativo que sufrió en los años setenta y ochenta. "Gracias a los directores más jóvenes", confiesa, "el cine francés tiene ahora una cuota de mercado que alcanza el 36%".Tiene claro Rappeneau que todas las cinematografías europeas participan "del mismo combate", en definitiva, de la necesidad de mantener una identidad cultural, lo que no significa en absoluto localismo. "Hace años, se creía que la hegemonía de Estados Unidos iba a aplastar al resto y que todo el planeta acabaría sincronizado con las imágenes norteamericanas: Hubiera sido un futuro de pesadilla que afortunadamente no se ha cumplido. Ahí tenemos el auge de cines como el británico o el español. Algunas companías de Estados Unidos lo han entendido tan bien que ahora participan en proyectos europeos por aquello de si no puedes vencer al enemigo, cómpralo".
Literatura y películas
Aficionado a la literatura desde que era apenas un niño, este elegante cineasta reconoce que descubrió la vida a partir de autores franceses del siglo XIX como Stendhal, Hugo o Dumas. "La novela El húsar en el tejado", indica Rappeneau, "está escrita por Jean Giono a principios de los cincuenta de este siglo, pero recrea maravillosamente el ambiente decimonónico. El libro figuraría en mi biblioteca ideal. Es una historia francesa pero universal, que narra un viaje a través de una epidemia de cólera en la Provenza y donde Giono describe las bajezas y grandezas humanas en una situación límite". Interpretada por Olivier Martínez y Juliette Binoche, El húsar en el tejado parte de la novela original, pero el guión introdujo muchos cambios sobre la obra de Giono. "Está claro", comenta Rappeneau, "que literatura y cine responden a lenguajes diferentes y dan lugar a resultados distintos. De hecho, yo no me hubiera atrevido a adaptar El húsar si Giono viviera todavía". Cuenta el director que le encargaron a Giono una versión cinematográfica de una novela suya y escribió un guión muy diferente. El narrador lo explicó así: "La novela ya está escrita, no voy a repetirla". Después de haber adaptado el Cyrano y El húsar, el realizador francés confiesa su gusto por trasladar un texto a la pantalla. "Es difícil de explicar, pero me he dado cuenta de que penetrar en la obra de otro y adaptarla, me estimula la creatividad".El que fuera ayudante de dirección de Louis Malle y guionista de muchas cintas siempre se toma mucho tiempo para elegir, pensar y dirigir una película, pero cuando descubre una historia es como "si tuviera una revelación del cielo" y se pone manos a la obra. Durante años e influido por las teorías de la nouvelle vague creyó a pies juntillas que un director de cine debía ser un autor total, algo así como Leonardo da Vinci. "Hoy creo que el director es el autor, pero no ha de transformarse en novelista para escribir una historia. Tenemos el ejemplo de Alfred Hitchcock, que reconocía su incapacidad para escribir, pero que influía tanto en los guionistas que cualquier escena lleva su sello".
Babelia
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