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Los que se vengan de Dios

Tahar Ben Jelloun

Lo que sucede en Argelia es cada vez más incomprensible. El horror supera en intensidad y en barbarie todo lo que esta década ha registrado como masacres de poblaciones civiles. Las carnicerías de inocentes, sobre todo de niños y mujeres, no pertenecen a ninguna tradición ni árabe ni musulmana. No se sabe de dónde proviene esta obsesión por degollar. Ver correr la sangre. La sangre de bebés que duermen en su cuna. La sangre de mujeres, madres, esposas o jóvenes solteras. Se ha pensado que eran sacrificios rituales, como pasa en algunas sectas. Nos hemos dicho que los locos de Dios hacen correr la sangre de inocentes esperando así obtener no se sabe qué recompensa en el más allá. Se ha intentado encontrar algo que tuviera que ver con la lógica en esta demencia que no cabe en ninguna lógica, ni siquiera en una lógica guerrera en la que la sangre corre inútilmente. ¿Se trata de una guerra? Se ha hablado de guerra civil, pero esto no se parece a lo que ocurrió en el Líbano durante más de 15 años. ¿Sabían ustedes que sólo dos mujeres fueron asesinadas durante la guerra libanesa? En Argelia, son los machos los que destruyen los símbolos de la vida: las mujeres y los niños. Es diferente a una guerra civil clásica. Como se ha dicho, "una guerra contra los civiles".Es una guerra curiosa, todo el mundo se pregunta por qué el Ejército y la policía no intervienen para prevenir estas masacre o, al menos, para interrumpirlas por la fuerza. Entonces se avanzan varias hipótesis, todas difícilmente verificables.

La primera concierne a la estrategia gubernamental. Ya no cabe duda de que los islamistas han perdido la guerra, es decir, que no tienen ninguna posibilidad de acceder al poder e instaurar una república islámica de tipo iraní. Este fracaso se puede ver por la manera en la que el ex FIS ha tomado distancias respecto de sus brazos armados. El ex FIS ha negociado con el poder, lo que permitió la liberación de uno de sus líderes más influyentes, Abassi Madani. Liberación que rápidamente se transformó en arresto domiciliario. No se conocen los términos de estas negociaciones. Lo que sí se sabe es que el GIA y el EIS han manifestado su desacuerdo con esos conciliábulos. Durante las conversaciones, continúan los atentados. ¿Pero acaso el FIS controla a todos sus militantes, ya sean políticos o armados? ¿Qué control tiene sobre el GIA? Ninguno. Porque este grupo siempre ha sido muy radical y ha estado muy dividido. El régimen argelino se encuentra hoy frene a unos islamistas clandestinos, sin líder conocido con el que hablar.

Segunda hipótesis: el Gobierno mismo estaría dividido y deja que los generales se enfrenten por milicias interpuestas. Hay grandes intereses en juego. La economía argelina se porta muy bien. El crecimiento está a la orden del día. El dinero circula. El terrorismo no ha tocado jamás los centros neurálgicos de esta economía (el gas y el petróleo). ¿El Ejército no interviene debido a las represalias que podrían sufrir las familias de los soldados por parte de los terroristas? Quizá. En todo caso, en la mayoría de las masacres, incluso cuando ha sido prevenido, el Ejército sólo interviene cuando finaliza la carnicería para dar constancia de ella. ¿Deja hacer para ennegrecer aún más la reputación de los islamistas, o simplemente por miedo? Jamás se sabrá. Se ha hablado de connivencia entre el gran bandidaje mafioso y algunos políticos. ¿De qué modo favorece a sus negocios la masacre de inocentes? Crea una atmósfera de terror y angustia que anima el tráfico y el contrabando. El mercado negro florece durante la guerra. Los que más provecho sacan son los que no tienen ningún interés en que haya una vida política transparente y realmente democrática.

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Tercera hipótesis: es la más inesperada, la más demente y, al mismo tiempo, la más plausible. En ella ya no estamos en el ámbito de la estrategia política, sino en plena novela fanástica negra, en la que Satána sustituido a Dios, en la quel Bien ha sido barrido por el Mal, en la que el misticismo de la sangre derramada se une al delirio de seres poseídos hasta el punto de olvidar toda humanidad. Se trataría de jóvenes que se habrían enrolado en la lucha contra la corrupción, la podredumbre, la mentira, el robo, todo lo que levanta a una juventud que se siente traicionada por el poder y que ha encontrado en el discurso islamista razones suficientes para unirse a las filas de una oposición decidida a que triunfe el islam en Argelia.

Estos jóvenes comprendieron un día que habían perdido la guerra. Dios no estaba con ellos, Dios ha dado ventaja a sus enemigos. ¿Qué hacer? ¿Deponer las armas y verse encarcelados o, en el mejor de los casos, parados y sin ninguna posibilidad de reinserción social? La única solución es continuar la guerra desperada. ¿Pero cómo? Atacando a los inocentes, a civiles sin armas, preferentemente cuando están dormidos. Cuanto más sumidos estén en esta inocencia primera, más total será la carnicería. ¿Qué quiere esto decir? Algunos de estos jóvenes han abandonado a Dios, o, para ser más exactos, han sido abandonados por Dios. Y, como han sido condenados por Dios, se vuelven contra él y se vengan en criaturas absolutamente inofensivas e inocentes, Se han hecho llamar los Ghadhiboune, es decir, los "reprobados", los que han sido "rechazados por Dios", condenados y malditos. Se afeitan el cráneo y las cejas, se cortan el índice derecho, el dedo que se levanta cuando se hace la profesión de fe musulmana, el dedo que se levanta al cielo para interpelar a Dios. Como han sido reprobados, no tienen nada que temer y la toman con las mujeres. Sabemos por un testimonio que una mujer fue violada por 70 hombres antes de ser descuartizada y tirada en los bosques. ¿Por qué las mujeres? Porque dan la vida y simbolizan lo prohibido. ¿Por qué los niños? Porque significan el porvenir y los Ghadhiboune no tienen ninguno. Por eso matan, queman, cortan los senos de las jóvenes con un sable, se hunden en el horror y no escuchan ninguna súplica, porque ya no son de este mundo, están fuera, en el infierno, en el desierto donde no hay ni fe ni ley, en la fractura donde no subsiste nada de humano o de civilizado.

Entonces, ¿qué puede hacer el Gobierno argelino? ¿Cómo actuar? Todo el mundo le reprocha que no garantice la seguridad de sus ciudadanos.

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Algunos dan a entender que la Seguridad militar habría participado en las masacres. No hay ninguna prueba. Ninguna información fiable. Suposiciones. Hipótesis. Esperanzas. Iniciativas prudentes como las del ministro alemán de Asuntos Exteriores, Klaus Kinkel, que ha pedido a la presidencia británica de la Unión Europea una "reunión inmediata para examinar medidas frente al horror". Romano Prodi ha apoyado la idea de esta reunión. La Liga Árabe e incluso Irán se conmueven por esta barbarie.

¿Pero qué puede hacer en concreto Europa? Los argelinos son susceptibles y no les gusta que los extranjeros, incluso los que tienen buenas intenciones, se metan en sus asuntos. ¿Pero sigue siendo un asunto interno cuando se masacran mujeres y niños? Son crímenes contra la Humanidad. Dado que el Gobierno argelino no logra impedir estas masacres repetidas, debería aceptar la idea de sus amigos, ya sean europeos o árabes. ¿Por qué no pensar en la presencia de soldados pacíficos en los pueblos amenazados? ¿Por que no reconocer que esta tragedia supera la capacidad del poder actual y afecta a todo el mundo? Es cierto que el orgullo argelino reaccionará mal. Pero al menos asistiremos (quizá) al final de estas carnicerías que enlutan al mundo árabe y musulmán y conmocionan al mundo entero.

Tahar Ben Jelloun es escritor marroquí.

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