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Telefónica amplía al 1 de marzo el plazo para que el abonado impida la venta de sus datos

También CiU pide una explicación del Gobierno y la paralización del proceso

Gabriela Cañas

Los abonados de Telefónica celosos de su intimidad disponen de dos meses más -hasta el 1 de marzo- para manifestar a la compañía su deseo de que ésta no "ceda" sus datos a terceros. Así lo ha expresado la empresa que tiene el monopolio de la telefonía fija, mediante un comunicado en el que "desmiente" que se estén vendiendo los datos de sus clientes, aunque a renglón seguido justifica la petición del "permiso" de sus abonados para "la posible explotación comercial de sus datos". CiU se ha sumado a las protestas pidiendo la paralización del proceso y una explicación del Gobierno.

Más información
El Defensor del Pueblo, contra el procedimiento

Para Telefónica -12 millones de clientes; 16 millones de líneas-, el hecho de que sus abonados no expresen su disconformidad significa el consentimiento tácito de que la compañía puede utilizar sus datos personales.La circular enviada durante estos días por Telefónica a los usuarios dice textualmente: "En cumplimiento de la Ley Orgánica de Regulación de Tratamiento Automatizado de Datos de Carácter Personal,... le comunicamos que Vd. tiene derecho a acceder, rectificar o cancelar los datos relativos a su contratación con Telefónica de España, SA. Asimismo, le informamos [de] que dichos datos podrán ser entregados a las empresas filiales y participadas actuales del Grupo Telefónica [que se enumeran en el reverso] para su cesión a terceros con fines de publicidad y marketing directo a partir del 01-01-1998, salvo sus instrucciones expresas en contrario".

"Explotación comercial"

El plazo ha quedado ahora prorrogado hasta el 1 de marzo del próximo año, y la compañía insiste en que el procedimiento es escrupulosamente legal. La nota oficial remitida el día de Nochebuena a los medios de comunicación "desmiente radicalmente" que la compañía "haya negociado o negocie con los datos privados de sus clientes".Sin embargo, hace mes y medio fuentes oficiales de la compañía reconocían, a raíz de la polémica por un macrosondeo comercial supuestamente anónimo, que Telefónica vende listados de sus usuarios (véase EL PAÍS del 6 de noviembre). Y además, el propio comunicado que desmiente la venta añade a renglón seguido: "Para evitar problemas de interpretación de la LORTAD [ley de protección de datos], se consideró oportuno requerir de los clientes de Telefónica un permiso específico [sic] para la posible explotación comercial de sus datos".

(Tal "permiso específico" no se ha pedido nunca, en contra de lo que dice textualmente la nota oficial, ya que la compañía da por supuesto que quien no conteste lo concede. Lo que se ha pedido es el rechazo específico).

Algunas telefonistas que atendieron llamadas de redactores de este periódico que deseaban denegar su permiso para la venta de datos les señalaron -en consonancia con la nota oficial, titulada "Telefónica no vende datos privados de sus clientes"- que no era cierto lo publicado estos días en EL PAíS, puesto que la compañía. Telefónica no "vende" los datos sino que los cede a sus empresas.

Ante la pregunta de si estas sociedades, a su vez, los entregarían gratuitamente a quien los pidiese, las telefonistas no supieron contestar. Un diálogo similar se estableció ayer desde este periódico con el gabinete de prensa de Telefónica.

Oposición de partidos

El PSOE, Izquierda Unida, Nueva Izquierda, además de las organizaciones de defensa de los consumidores y vecinos, han mostrado su oposición a esta iniciativa de Telefónica.A ellos se ha sumado la coalición nacionalista catalana CiU pidiendo que la empresa, ahora privada, pare el proceso, y exigiendo la comparecencia del Gobierno en la persona del director de la Agencia de Protección de Datos para que explique la intención de Telefónica de vender los datos de sus abonados.

"Resulta fraudulenta la utilización con fines comerciales y lucrativos de unos datos que la compañía ha obtenido por su condición de monopolio, ya que el usuario no ha podido escoger a la hora de contratar el servicio", añade Lluís Recoder, portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Catalán.

"No entendemos tanto jaleo", se quejaban el miércoles en el gabinete de prensa de Telefónica. "Al fin y al cabo la compañía ha pedido permiso para usar los datos, cosa que no hacen otras empresas, como El Corte Inglés, Gas Natural o Telepizza, pongo por caso".

En Gas Natural respondieron ayer a este periódico, tras la acusación de Telefónica, que si no han pedido permiso para usar datos personales es porque "no forma parte de la política el grupo explotar los datos de sus clientes".

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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