Flotats asegura que el consejero de Cultura catalán le amenazó físicamente
El actor estudia denunciar a la Generalitat por su despido
Josep Maria Flotats ha optado por un final tormentoso para su etapa en el Teatre Nacional de Catalunya (TNC). Definitivamente, no se marchará por la puerta de atrás y sin hacer ruido. Muy al contrario. Ayer, casi tres meses después de que la Generalitat anunciara su despido -que debía producirse a final de temporada-, el actor y director se decidió a hablar sobre el asunto. Y lo que dijo, en multitudinaria rueda de prensa, superó todas las expectativas. Flotats manifestó que va a demandar a la Generalitat por destituirle. Y afirmó que el consejero de Cultura, Joan Maria Pujals, le amenazó con "romperle la cara" el martes pasado, en la reunión del consejo de administración de la sociedad que rige el TNC.
Dijo que Pujals se "abalanzó" sobre él "gritando con gesto amenazador" para quitarle la grabadora con la que Flotats pretendía grabar la reunión. El Departamento de Cultura no quiso hacer ayer ninguna declaración y la imagen de opereta, digna de Boadella, de un consejero de Cultura y un director de Teatro Nacional forcejeando por una casete entre gritos permanecía flotando en el ambiente.El propio Flotats, que ayer anunció que se marchaba inmediatamente de viaje por motivos profesionales, parece entender que sus declaraciones marcan, aparte de un escándalo, un final definitivo a su presencia en el TNC, pues dijo: "Es una lástima que esta historia de amor apasionado [con el TNC] haya de tener un desenlace no ya trágico sino grotesco y mezquino". Consideró, no obstante, que pasarán el tiempo y los políticos, "pero el TNC continuará y ha valido la pena". Añadió que "si mis abogados lo creen oportuno, defenderé mi honor, mi imagen, mi profesionalidad y mi derecho a trabajar". Flotats hizo estas declaraciones después de explicar en tono de desafío, no exento de un eco trágico, la programación, que tenía prevista hasta el 2001 en el TNC.
"Y, ahora", dijo tras hacer una pausa dramática y beber agua, "pasemos a cosas penosas duras". Explicó que antes deablar sobre su despido, teníaue acabar las representacionese La gavina (concluyeron el doimngo), para no distraerse de su labor artística. Dijo que no tenía ninguna intención de crear polémica y que trató de que se le informara de los motivos de su despido. Que pidió repetidamente una reunión del consejo de adimistración de la sociedad del TNC y que no se le contestó. Finalmente se le citó para el martes pasado. "Siempre he pensado que me darían una explicación satisfactoria sobre esta curiosa situación de preaviso de cese desestimiento a nueve meses vista con un aspirante a director [Doménec Reixach] ya prácticamente nombrado y esperando en la puerta para presentar sus deberes", apuntó. Señaló Flotats que no le satisfacían las razones aducidas por el consejero ante el Parlament -el 2 de octubre pasado- para su cese, "una respuesta política, sin debate posible por una pura cuestión de aritmética parlamentaria". Y que confiaba en que en la reunión se le darían los "verdaderos" motivos. "No me los han dado., [El consejero] me ha dicho que porque han perdido la confianza, no se mueve de ahí".
Según Flotats, en la reunión del martes, celebrada en el despacho de Pujals, aprovecharon para cesarle "de la manera más perversa" del cargo de consejero delegado. Fue, continuó, "una reunión extremadamente dura, violenta, con ira" en la que él no se dejó "contagiar del nerviosismo del consejero cuando me advirtió de que en otro lugar me habría partido la cara. Afortunadamente, como el lugar :era el Departamento de Cultura, continúo con la cara intacta".
Babelia
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