_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Deberemos estar a su altura

Esta lluviosa mañana prenavideña, los lectores de Manolo Vázquez Montalbán vamos por las calles sin sentir la lluvia ni el agobio de un cielo bajo y más que demacrado. En realidad, no vemos calles ni lluvia, porque estamos en otra parte: en la Universidad Autónoma de Barcelona, en la Facultad de Ciencias de la Comunicación nos están nombrando -un poco- doctor honoris causa. Y nos sentimos algo presumidos y orgullosos. Como cuando nos dieron el Premio Nobel de Literatura por haber leído a Samuel Beckett y repetimos suerte al volverlo a recibir por los poemas de Vicente Aleixandre y de sus compañeros de generación. No está mal eso de poder ser otros gracias a la lectura. No a todas las lecturas, por supuesto. Sólo aquellas que nos hacen ser lo que somos. No muchas. Pero, repito, no está mal. Son ventajas de la edad avanzada. De joven, nos empeñamos a ser sólo nosotros mismos, y así nos va (mejor dicho, nos fue). Con los años aprendemos a aprovecharnos del prójimo, como los vampiros, y esa sana astucia nos proporciona lujosos beneficios. Por supuesto, depende del entorno. Hay épocas de escasez en que la gente no tiene más remedio que contentarse con lo que lleva dentro. Mi generación, en este sentido, ha sido afortunada. Empezamos a ser -entre otros- un poco Manolo Vázquez en la revista Triunfo, en el decenio de los sesenta, y gracias a él llevamos 30 años discrepando del mundo y sus miserias. A veces, en total comunión de pareceres; otras, no; pero casi siempre a partir de nuestro acuerdo o desacuerdo con él y ya sea a través de sus columnas periodísticas, de sus novelas, de sus ensayos... No olviden sus libros de poemas. Es donde Manuel Vázquez Montalbán podrá seguir existiendo. Porque, evidentemente, Manolo Vázquez ha dejado de existir. Como Samuel Beckett, o como Vicente Aleixandre, o como Jaime Gil de Biedma, o como Víctor Erice, o... En fin, como todo creador que ha pasado a ser el tiempo en el que vive: no existe. Esta mañana lluviosa, a esta misma hora, quizá crea estar en la Facultad de Ciencias de la Comunicación recibiendo el nombramiento de doctor honoris causa. Pero sus lectores a lo largo de más de 30 años sabemos que somos nosotros quienes estamos allí. Ahora, deberemos estar a la altura. Para volver a empezar, como, según parece, va siendo menester.

Más información
Vázquez Montalbán, investido doctor 'honoris causa' con una crítica al pensamiento único

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_