Un ex policía argentino dice que aún hay 100 agentes en activo que torturaron durante la dictadura

Madrid - 02 dic 1997 - 00:00CET

El ex policía Luis Alberto Urquizo, superviviente de los campos de concentración de la represión militar argentina, denunció ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón que aún hay, en la provincia argentina de Córdoba, más de 100 policías en activo que formaron parte de los cuerpos represores y practicaron en las torturas.Urquizo, que fue secuestrado el 12 de noviembre de 1976 hasta que fue absuelto por un Consejo de Guerra en 1978, aseguró ya en la calle que la existencia de policías represores en activo se ha descubierto a raíz de un sumario administrativo abierto en la provincia de Córdoba para esclarecer los más de 400 cadáveres hallados el pasado mes de mayo en una fosa común.

La denuncia de la fosa fue realizada por otro ex policía en un programa de televisión, lo que motivó que un diputado de la provincia pidiese que se investigara al comisario Carlos Yianicheli, jefe de Inteligencia Criminal hasta julio de este año, fecha en la que fue destituido.

Luis Alberto Urquizo explicó a Garzón que Yianicheli contaba con el apoyo del gobernador de la provincia de Córdoba y añadió que los cadáveres de esta fosa no han sido levantados debido a las presiones que están ejerciendo los grupos de ex militares.

El testigo se encuentra desde hace un mes viviendo en Dinamarca, lugar al que se ha tenido que trasladar con su familia debido a las amenazas de muerte sufridas en Argentina, donde recibió protección policial hasta que salió del país, el 30 de octubre.

El declarante entregó al juez Garzón una lista de cinco campos de detenciones de la provincia de Córdoba; una lista de más de 100 represores, entre los que hay varios jueces, militares y policías; la denuncia prestada por Octavio Cuello, un comisario retirado que pide protección internacional para que los testigos no sean amenazados; un informe sobre el comisario Yianicheli, elaborado por la doctora Mercado en el que se reflejan numerosas causas abiertas contra él por torturas y asesinatos, y un informe sobre tres españoles desaparecidos en Córdoba.

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