Waigel reitera que los países que accedan al euro no recibiran fondos de cohesión

El ministro de Hacienda de la República Federal Alemana, Theo Waigel, fue reelegido ayer presidente de la Unión Social-Cristiana (CSU) de Baviera en el congreso te partido, uno de los tres integrantes de la coalición gubernamental, celebró este fin de semana en Múnich. El polémico Waigel, de 58 años, obtuvo un 85,3% de los votos de los delegados, el apoyo más bajo de toda su carrera de presidente del partido, cargo que ocupa desde 1988. Waigel y el jefe del Gobierno de. Baviera, Edrnund Stoiber, son las dos cabezas de la CSU y han mostrado discrepancias en temas como la política europea y la moneda única. Los matices afloraron también durante el congreso de la CSU. Sin embargo, ambos estuvieron de acuerdo en que, en el futuro, Alemania quiere reducir sus contribuciones a la UE.Alzando la voz, Waigel dijo ayer que los países que cumplan los criterios de Maastriclit no tendrán derecho a seguir recibiendo los fondos de cohesión cuando esto suceda. Este argumento, que afecta a España en tanto que receptora de fondos de cohesión, no es nuevo, pero el ministro de Hacienda lo expresó -y lo reiteró por si quedaba duda- con particular vehemencia, apartándose incluso del texto preparado de antemano. "El fondo de cohesión fue creado para facilitar a los países miembros más débiles el ingreso en la unión monetaria", sentenció. Alemania, dijo el ministro, ha contribuido al presupuesto europeo en proporciones superiores a lo que le correspondería y lleva el peso del 60% neto de los gastos. Esto, afirmó, cambiará en 1999. Por su parte, el presidente de Baviera, Edinund Stoiber, criticó la política europea de la CDU y personificó sus reproches en el jefe de la fracción parlamentaria en Bonn, Wolfgang Schäuble. Según Stoiber, la coalición gubernamental ha entregado el marco, la moneda alemana, "como dote" sin tener garantías de que se celebrará "la boda" europea de la moneda única (en Alemania la dote se entrega después de la boda).

Hasta ahora, las reelecciones de Waigel habían obtenido adhesiones superiores al 92,6%. Los analistas atribuyen el bajón a temas de carácter regional, incluido el descontento en las filas del partido por no haber colocado a un miembro de la CSU en la vacante dejada -libre recientemente en Bonn por el ministro de la Construcción, que fue cubierta por un miembro de la CDU, Unión Demócrata Cristiana.

El canciller alemán Helmut Koffi, que intervino ayer en la clausura del Congreso, se prodigó en elogios a su ministro de Hacienda e hizo constar que el papel de Waigel no es nada fácil. Por delante, ambos partidos tienen la campaña electoral que culminará el 27 de septiembre con las elecciones parlamentarias. Pocos días antes, se celebrarán las elecciones regionales en Baviera.

Plegar velas

Stoiber, que en el pasado se mostró muy duro sobre los criterios y dispuesto a retrasar los plazos para la introducción del euro, ha plegado velas en los últimos meses, cuando el debate sobre las condiciones de instauración de la moneda única ha sido eclipsado por un discurso más técnico de seguimiento de las carreras nacionales hacia el objetivo común.Stoiber, sin embargo, ha hecho e la necesidad virtud y el viernes interpretó como un mérito propio y de su partido que el euro se perfile como una moneda estable. Kohl, por su parte, dio garantías al Congreso de que el euro será tan estable como el marco, que celebra su 50 cumpleaños en 1998. Baviera es el mayor de los 16 Estados federados que componen Alemania y uno de los de mayor peso económico. La CSU, que gobierna en este territorio desde 1962 sin ningún aliado, se enorgullece de tener unas cifras de paro inferiores a la media y un superávit de plazas de formación profesional.