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Juan Goytisolo concibe la novela como una aventura, " y no como un trayecto en autobús"

El escritor 'inventado' de 'Las semanas del jardín' defiende el riesgo literario

Miguel Ángel Villena

Parafrasea a su admirado Jean Genet para afirmar que "una novela en la que se conoce el principio y el final no es una aventura literaria, sino un trayecto en autobús". Escritor inventado por un círculo de lectores, que aborda en Las semanas del jardin y desde más de 20 perspectivas distintas la historia de Eusebio, un poeta homosexual y rojo, perdido en los primeros días tras la sublevación militar de 1936, Juan Goytisolo defiende la tradición oral y el riesgo en la escritura. "Me interesan los caminos insospechados, partir de una imagen o de una frase para fabular", señaló ayer.

Desde Reivindicación del conde don Julián, una novela publicada en 1976, Goytisolo no ha dejado de apostar por el riesgo tanto en su narrativa como en sus ensayos sobre conflictos internacionales o en sus libros de viajes por países del Islam. En esta visita a un Madrid lluvioso, que contrasta con el otoño plácido que ha dejado atrás en Marraquech, Juan Goytisolo (Barcelona, 19 3 1) está de un excelente humor y se niega a contestar preguntas como escritor de Las semanas del jardín (Alfaguara), libro cuya firma es: Un círculo de lectores."Soy un autor inventado y por tanto sería una usurpación hablar en nombre de un círculo de lectores", comenta con una leve sonrisa en un rostro de natural serio y reconcentrado.

Un total de 27 narradores, desde estilos, profesiones y actitudes distintas, fabulan a la usanza de la mejor tradición oral sobre el destino de un poeta maldito, perdido entre Melilla y la zona francesa de Marruecos en los aciagos días de julio de 1936. Los narradores "conceden la palabra al enemigo", es decir, a poetas falangistas de aquellos años que se dedicaron a cantar las alabanzas de la Cruzada. "Como diría Borges, no hay mayor placer que describir ideas contrarias a las de uno mismo", señala.

Un autor colectivo

Inevitablemente, Marraquech está presente no sólo en las andanzas del tal Eusebio, un "poeta de la cáscara amarga", sino en el espíritu de la tradición oral de la plaza de Xemá el Fná que flota en este "corrillo de colectores de historias", como define Goytisolo al autor colectivo de la novela.Una y otra vez, el nombre de Cervantes aparece en la conversación con Goytisolo, para quien la influencia del autor de El Quijote planea sobre toda la novela europea. A su juicio, la literatura de Cervantes y su actitud ante el mundo estuvieron muy marcadas por sus cinco años como prisionero en Argel. "Su aprendizaje en esa etapa resultó fundamental, sobre todo en esa concepción de relato circular, de relato dentro del relato".

" ¿Por qué enfocar tanto a un autor cada día más endiosado y más protagonista?", se pregunta Goytisolo, para responder que "el círculo de lectores que firma Las semanas del jardin desautorizaría a ese tipo de escritor". Rechaza ser modelo de nada y declina hablar de política española por su condición de residente en el extranjero -entre París y Marraquech-, pero a pesar de todo Goytisolo tiene muy presente el compromiso ético que debe acompañar el trabajo de un intelectual. Fue el único escritor es pañol y uno de los pocos autores occidentales que vivió en la Bosnia asediada para dar testimonio de la mayor barbarie en suelo europeo desde la II Guerra Mundial tanto en la novela El sitio de los sitios como en Cuaderno de Sarajevo. Reconoce, sin embargo, que admira como escritores a "personas odiosas con ideas repugnantes" y cita dos ejemplos: Quevedo y Céline.

Desde la distancia, pero atento al panorama cultural y a los periódicos españoles, Goytisolo lamenta la pervivencia del franquismo como lacra sobre la sociedad española. "Todavía no nos hemos recuperado del franquismo", comenta alguien que abandonó España en 1956 y ya no ha vuelto a residir aquí de modo permanente. "No conviene perder de vista", aclara Goytisolo, "que hablamos mucho del nazismo en Alemania, que se prolongó durante 12 años, o del régimen de Vichy en Francia, que apenas duró cinco años, y olvidamos que Franco gobernó durante cuatro décadas o que la Inquisición funcionó durante casi cuatro siglos. A principios del XIX todavía se ajustició a gente en España por orden de la Inquisición".

En los últimos años Juan Goytisolo. ha compaginado una literatura de intervención con reportajes-ensayo sobre Bosnia o Chechenia con libros de viajes (De la ceca a la Meca) y con obras propiamente de Ficción. "Son cosas complementarias que abordo según las circunstancias. En cualquier caso, no me planteo ser un novelista que cada año publica una novela como si fuera un huevo".

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