La cuarta parte de los institutos prometidos por Aguirre para septiembre está sin terminar

Uno de los compromisos más reiterados por Esperanza Aguirre para el comienzo de curso se ha quedado a medio cumplir. La ministra de Educación aseguró el pasado 19 de abril que 39 nuevos institutos de secundaria empezarían las clases en septiembre, y desde entonces ha renovado su compromiso en cuantas ocasiones ha podido. El propio vicepresidente económico, Rodrigo Rato, insistió en ello en el debate de los Presupuestos del Estado, el pasado 22 de octubre en el Congreso. Lo cierto es que el curso afronta su tercer mes, y nueve de esos institutos todavía no han empezado a funcionar, lo hacen parcialmente o en condiciones precarias. La mayoría está en obras, aunque también hay algunos cuya construcción no ha comenzado. La capacidad de los institutos afectados es de 6.000 alumnos, y los retrasos se prolongarán en muchos casos hasta el curso que viene.La mayoría de los centros aún no terminados son de la Comunidad de Madrid: Tres Cantos, Fuenlabrada, Getafe, Villanueva de la Cañada, el distrito madrileño de Villaverde, Torres de la Alameda y Rivas Vaciamadrid. Hay otros dos institutos, en Ceuta y Santanyì (Mallorca), y un conservatorio elemental en Palencia.

Aguirre presentó la construcción de los 39 institutos dentro del Plan de Inversiones de 1997 para las diez comunidades administradas por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC). En la documentación del plan se dice que "la puesta en funcionamiento de los mismos al inicio del curso 97-98 permitirá atender las necesidades derivadas de la implantación de la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE)". La inversión global prevista para los 39 centros es de 7.585 millones, 2.208 de ellos en equipamientos, y el total de nuevos puestos escolares es de 25.180.

Construir un instituto de tamaño medio (16 aulas y 500 alumnos) cuesta un año y medio, desde que se aprecia su necesidad hasta que los albañiles salen, los muebles entran y se deja listo para recibir a alumnos y profesores. Éstos son los centros afectados por los retrasos:

Tres Cantos. Es un instituto para 800 alumnos en cuya financiación (465 millones) intervienen a partes iguales el ministerio y el Ayuntamiento, que gestiona directamente la construcción. Las dificultades presupuestarias del MEC paralizaron el proyecto durante un ano, según fuentes municipales. El pasado jueves se firmó la adjudicación a una constructora, que deberá terminarlo en nueve meses. No estará listo hasta el curso próximo.

Fuenlabrada. La construcción del instituto número 7, con plazas para 1.000 alumnos, ha ido a ritmo lento a causa de las restricciones. El ministerio justifica el retraso por razones de eficacia: se han concentrado los esfuerzos en el instituto número 3, recién inaugurado, que era más urgente para cubrir las necesidades de escolarización.

Getafe. Es una ampliación situada junto al colegio Julián Besteiro, en la barriada de Perales del Río. Dispondrá de ocho aulas y dos aulas taller, y dependerá del instituto Ícaro, situado a unos 10 kilómetros, adonde ahora se desplazan diariamente 200 alumnos de la zona. El retraso se ha debido a dificultades económicas, según el concejal de Educación de Getafe, Rafael Caño. Ya no podrá funcionar este curso.

Villaverde. Se trata de la ampliación del instituto Celestino Mutis. Serán 16 nuevas aulas para 500 alumnos. Aunque las obras a punto de terminar, es improbable que abra sus puertas este curso.

Villanueva de la Cañada. El retraso en la construcción ha obligado a instalar aulas prefabricadas, en donde actualmente se dan las clases. El instituto, presupuestado en 512 millones, tendrá capacidad para 1.000 alumnos.

Torres de la Alameda. De las tres alas del proyecto funciona una. La otras seguirán en obras hasta abril. El instituto, que estará en pleno funcionamiento el próximo curso, acogerá a un millar de alumnos de toda la comarca. La previsión de apertura era para el curso 1998-99, pero el equipo de gobierno municipal, del PP, negoció con el ministerio el adelantamiento parcial.

Rivas Vaciamadrid. Las movilizaciones vecinales aceleraron la construcción del centro, que ahora acoge a 600 alumnos y el curso que viene a otros 200 de Bachillerato. Aunque el instituto ya funciona, aún no están terminadas instalaciones como el gimnasio y el aula taller.

Santanyì. Hace tres años que el Ayuntamiento solicitó al MEC la creación de un instituto de 24 unidades. El ministerio lo consideró excesivo y lo ha dejado en ocho unidades. Se ha producido un gran retraso, hasta el punto de que el proyecto, descolgado de la lista para este curso, aun está en la fase previa a la salida a concurso. El centro acogerá a los alumnos de los ocho núcleos de población del término municipal (8.000 habitantes), que actualmente estudian en Felanitx, a unos 13 kilómetros, y en Llucmajor, a 27.

Ceuta. El antiguo instituto de Formación Profesional Almina se ha habilitado para acoger, en condiciones precarias, a unos 500 alumnos de secundaria obligatoria, que seguirán dando clases en las antiguas instalaciones hasta el curso que viene. El centro se ampliará en dos fases: en diciembre se terminará la construcción de 14 aulas, que no serán utilizadas hasta el curso próximo; posteriormente se edificarán las zonas comunes.

Palencia. En similar situación a estos centros de secundaria se encuentra el conservatorio elemental de música de Palencia, con capacidad para 450 alumnos, y cuyas obras terminarán a comienzos de año, aunque las clases no comenzarán hasta el próximo curso. Después, de varios retrasos por encontrarse en una zona de hallazgos arqueológicos, la constructora ha organizado turnos de trabajo de día y de noche. Las clases de música se imparten mientras tanto, en condiciones precarias, en el instituto Alonso Berruguete.