El gobierno de los 800.000 millones

Alberto Ruiz-Gallardón podrá gastar en 1998 a un ritmo de 91 millones por hora, 2.191 millones por día, 809.000 millones por año. Ése es el dinero que ha reservado para atender a las necesidades de Madrid. Entre bancos (que recibirán más de 108.000 millones por una parte del dinero que han prestado a la Comunidad en los últimos años), personal (los 29.000 empleados autonómicos se llevarán el 22,6% del presupuesto) y material para atender los servicios (comida para residencias y hospitales, luz, agua, teléfono y gas para los edificios, papel y bolígrafos para los funcionarios ... ), Ruiz-Gallardón se quedará con sólo un tercio del gran pastel presupuestario. Ese dinero, destinado a inversiones (obras nuevas), es el que más disfrutarán los administrados madrileños en forma de nuevas residencias de ancianos, más ambulancias, consultorios, residencias infantiles, carreteras o nuevos kilómetros de Metro.

El gobierno de 800.000 millones de pesetas, por muy complejo que parezca, tiene en la Comuni dad de Madrid una aplicación sencilla. Al menos dos terceras partes de ese dinero tiene destinos muy definidos: atender los gastos de funcionamiento de hospitales, universidades, residencias de ancianos, escuelas infantiles, bibliotecas ... Y ésos varían cada año al ritmo del aumento del coste de la vida.Pero hay otro tercio del dinero, el que se mete en la bolsa de inversiones, 254.507 millones en 1998, sobre el que los políticos tienen libertad plena para actuar. Depende de su criterio, del orden de prioridades que establezcan y del programa electoral.

El PP lo tiene claro: mucho metro. Prometió 20 kilómetros, en cuatro años y con el tiempo se ha animado; ya ha iniciado 31 kilómetros, que costarán 120.000 millones de pesetas.

Pero además de las grandes cifras para transportes, vivienda, sanidad, educación, medio ambiente, economía y desarrollo de los municipios, los gestores regionales tienen que reparar en multitud de detalles para que sus administrados se sientan atendidos, Un ejemplo: la Consejería de Sanidad deberá comprar 800.000 preservativos en 1998 para repartirlos entre la población de riesgo y así cumplir con su programa de prevención del sida. También deberá pensar en los más pequeños y reservar dinero para comprar más de 1,2 millones de vacunas infantiles. No debe perder de vista a su hospital gigante, de nombre Gregorio Marañón. Los doctores ya han hecho cuentas: el año que -viene se atenderán 158.000 urgencias y se efectuarán 145 trasplantes. Para que todo funcione, el Gobierno regional garantiza que este centro se alimentará con 45.000 millones de pesetas.

Para evitar intoxicaciones alimentarias, los expertos sanitarios también han estudiado los problemas de. futuro y han previsto decomisar 1,6 millones de kilos de carne en mal, estado. Inspectores y personal de la Consejería de Sanidad ya tienen asegurado su salario para el año que viene. Así podrán prevenir antes de tener que curar.

Hay previsiones más pesimistas. La Consejería de Economía, según se lee en los presupuestos, prevé gestionar 400 expedientes de regulación de empleo. Además continuará con su control de la seguridad en el trabajo, lo que llevara a sancionar a 1.900 empresas que incumplen la ley y amenazan la integridad física de sus trabajadores. Para estrechar el cerco sobre los infractores, Economía anuncia que en 1998 investigará 400 accidentes laborales. Para ese trabajo también habrá dinero público. Lo mismo que para el Teatro Real, que arañará de la Comunidad 1.181 millones de pesetas. También hay funcionarios que se han fijado en 31 edificios valiosos; pero ruinosos (habrá 1.060 millones para restaurarlos), y otros que han estudiado las carreteras que son necesarias y las que están deterioradas. Sus jefes ya han puesto remedio: 13.302 millones de pesetas. Son una muestra del manual de estilo del PP para el gobierno de 800.000 millones.