La UE reducirá más sus aranceles a los países que cumplan la 'cláusula social'
La Unión Europea reducirá sus aranceles a los países del Tercer Mundo que cumplan la cláusula social y la cláusula verde. Los países que supriman el trabajo infantil, reconozcan la libertad sindical y la negociación colectiva y exploten los bosques, tropicales sin romper el equilibrio ecológico gozarán de un enorme acceso al mercado comunitario, según la propuesta aprobada ayer unánimente por la Comisión, a iniciativa del vicepresidente Manuel Marín, responsable de Cooperación al Desarrollo.
El nuevo modelo alumbrado ayer huye del sistema de sanciones. "Se ha demostrado que ni en la OMC- [Organización Mundial de Comercio] ni en Naciones Unidas prospera la idea de sancionar a los países que deben incrementar su protección social y ecológica, que no provoca respuestas positivas en el Tercer Mundo", argumentó Marín. Ese modelo lo aplican en el terreno sanitario los EE UU a los latinoamericanos exportadores de droga. Algunos proteccionistas europeos lo defienden en el ámbito social como coartada para cortocircuitar la competencia de los países emergentes. "Ni funciona, ni funcionará", constató Marín.
Por eso propuso a la Comisión -que tras aprobarlo, lo remite al Consejo de Ministros, quien decidirá por mayoría cualificada- un nuevo modelo "ya no negativo, sino incitativo y positivo, mediante el cual los países que deseen incrementar la protección social y verde serán recompensados".
El mecanismo consiste en ampliar el Sistema de Preferencias Tarifarias Generalizadas (SPG). Por este sistema, unos 150 países reciben una ayuda unilateral de la UE, que consiste en reducir los aranceles aduaneros a la entrada de sus productos de exportación incipiente. La última reforma del sistema, en 1994, incorporó ya un tinte social: la prohibición de la esclavitud. Pakistán y Birmania vieron peligrar sus facilidades a la exportación al constatarse que toleraban el trabajo de niños encadenados. Pero mientras el primero rectificó, el segundo se empecinó: este verano se le suprimió el SPG. Ahora se trata de dar un paso más ambicioso. Se mantienen las facilidades del SPG (reducción arancelaria del 15% para productos muy sensibles, como textiles; del 30% para los sensibles; del 65% para los semisensibles y del 100% para los no sensibles), a los que las tienen concedidas.
Además, los que acrediten el respeto a los convenios de la OIT -única organización internacional tripartita, que reúne a Gobiernos, sindicatos y patronal- sobre libertad de asociación, sindical, negociación colectiva y edad mínima laboral, así como al de la Organización Internacional de Bosques Tropicales (OIBT), se les ofrece reducciones adicionales "muy sustantivas" a sus exportaciones intensivas en mano de obra. Podrán obtener rebajas de aranceles sobre productos industriales que dupliquen el porcentaje de su actual reducción, superior en dos tercios a la actual en productos agrícolas, del 25% en aquellas exportaciones ya consolidadas a las que se van retirando los incentivos.
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