La libertad de prensa está amenazada en América Latina

Once periodistas asesinados en lo que va de año, cuatro secuestros, decenas de agresiones y amenazas, una serie de iniciativas gubernamentales arbitrarias y la propia autocensura de los medios son los eslabones de una cadena que amenaza con ahogar la libertad de prensa en América Latina. Este es el sombrío balance presentado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que celebra desde el sábado su 53 a Asamblea General en la ciudad mexicana de Guadalajara. La situación, dicen los expertos, "es preocupante".

Los trabajos de la SIP, que reúne a delegados de las empresas propietarias de medios escritos, arrancaron con una apremiante llamada de atención sobre el Proyecto del Derecho a la Información Veraz que ha elaborado el presidente de Venezuela, Rafael Caldera, para presentarlo en noviembre a la VII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado. La iniciativa, que según el Gobierno venezolano pretende ser un compromiso ético que oriente la labor de los medios de comunicación, constituye, en opinión de la SIP, un intento de estatalizar la información y oficializar la ensura".

Tentación totalitaria

"La esencia de la democracia presupone que nadie es dueño de la verdad", aseguraba el domingo el uruguayo Danilo Arbilla, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP, para quien el proyecto de Caldera "entraña demasiados riesgos" y responde a una "tentación totalitaria". Según Arbilla, la iniciativa fue respaldada por España y Argentina durante una reciente reunión de ministros latinoamericanos de Educación, "en la que llegaron al extremo de hablar de eliminar o reducir la información sobre la corrupción".La propuesta del Gobierno venezolano viene a completar, sugiere la SIP, un panorama preocupante en el continente, donde las agresiones al derecho a la información se han convertido en una constante. Cuba sigue a la cabeza de las violaciones de la libertad de prensa. Según los informes presentados en la reunión de Guadalajara, el Gobierno cubano continúa su "enérgica represión" contra periodistas independientes con prácticas como las detenciones, los arrestos domiciliarios, los allanamientos y la confiscación de material.

Pero las pautas intimidatorias florecen en todas partes. Entre enero y octubre de este año, once periodistas han sido asesinados: cuatro en Colombia, tres en México, dos en Guatemala, uno en El Salvador y otro en Argentina. Los crímenes siguen impunes.

México encabeza, junto a Colombia, la lista de países con mayor número de agresiones a profesionales de la información. Además de los asesinatos, en los últimos seis meses cuatro informadores mexicanos han sido secuestrados, tres han recibido amenazas de muerte y 20 han sufrido agresiones físicas. En varios de los casos los periodistas investigaban al narcotráfico y la delincuencia organizada.

Estos próximos días la SIP analizará la situación en cada país y luego emitirá un informe.