La exposición de arte ibérico en tomo a la Dama de Elche se inaugura sin la pieza principal

La exposición Cien años de una Dama, planificacta por el Ministerio de Educación y Cultura y el Museo Arqueológico Nacional, se inauguró ayer en el Parque Municipal de Elche (Alicante) en una pequeña sala. Alrededor de 40 piezas, la mayoría de factura reciente, forman parte de una exposición algo deslucida, en la que quizá lo más llamativo sea la ausencia de la propia escultura ibérica que la motivó. Los responsables del Ayuntamiento de Elche mostraron ayer su descontento por la organización de esta muestra, que consideran un simple "premio de consolación".

La Dama ibérica -o al menos su imagen mental- está arropada en la exposición por piezas escultóricas de su época, entre ellas algunas procedentes del santuario del Cerro de los Santos (Albacete), de los siglos V y IV antes de Cristo. Sin embargo, los especialistas echan en falta importantes tesoros cerámicos y otros tallados en piedra del contexto más cercano a la protagonista ausente de la muestra. Por ejemplo, las piezas del propio yacimiento de La Alcudia de Elche que guarda el Museo Arqueológico Nacional, cuyos responsables anunciaron en su día que harían un esfuerzo para que se integraran a la muestra.En esta exposición se ha hecho hincapié en la influencia que sobre la cultura de siglos posteriores ha tenido la Dama de Elche, con una selección de las copias y recreaciones que diversos escultores -como el valenciano Ignacio Pinazo, hijo del pintor del mismo nombre- realizaron ya en nuestra centuria, o piezas como el cartel anunciador de la Exposición Universal de Barcelona, en 1929, con la Dama como elemento principal. Como documento etnoantropológico, fotografías y grabados con los tocados femeninos en distintas épocas y zonas de España, muy semejantes a los tradicionales ibéricos, y collares, peinetas y mantillas de los trajes folclóricos actuales que probablemente arranquen de la época protohistórica.

El Pabellón de Exposiciones del Parque Municipal albergará la muestra hasta el próximo 20 de noviembre, y a partir de entonces podrá visitarse en el Museo Arqueológico Nacional.

El busto estaba llamado a ser el centro de la doble celebración que el consistorio ilicitano preparaba en el mes de agosto pasado y que también

quedó deslucida por la ausencia de la Dama. Por una parte, se celebraba la conmemoración del centenario de su hallazgo en el yacimiento de La Alcudia, y por otra la del bimilenario de la fundación de la ciudad romana de Illice Augusta.

Incomunicación

El mal estado de conservación de la Dama, que nunca se ha restaurado, y las posibles dificultades de seguridad derivados de su traslado, fueron los argumentos esgrimidos por Benigno Pendás, al frente de la Dirección General de Bellas Artes, y Carmen Pérez, directora del Arqueológico Nacional, para negarse al traslado, a pesar de la presión política y ciudadana que la reclamaba.

Alicia Rodero, comisaria de Cien años de una Dama, quitó importancia a la ausencia de las piezas de la colección del Arqueológico Nacional en la muestra inaugurada ayer, que el ilicitano Aureliano Ibarra vendió al museo, ya que, según dijo, "las más relevantes se encuentran ahora en París". Rodero se refiere a la exposición Los Íberos, la importante muestra itinerante que viajará más adelante a Barcelona para finalizar su periplo en Bonn. El limitado espacio con el que se contaba ha obligado a reducir la muestra de Elche, a pesar de que el ayuntamiento ofreció en su momento al ministerio una sala de mayores dimensiones. La total falta de comunicación entre la consejería y el ministerio, de una parte, y el Ayuntamiento de Elche por la otra, ha impedido la coordinación de las tres administraciones.

En Elche tampoco se ha podido contar con el apartado introductorio sobre historia de la ciudad, desde los íberos hasta la época musulmana, que iniciará la posterior muestra ampliada que se exhibirá en el Arqueológico Nacional tras el cierre de ésta. Asimismo, la sección de artistas del finales del XIX y principios del XX que se inspiraron en la Dama para la realización de sus obras, se verá sensiblemente enriquecida en Madrid. Las pantallas instaladas en Elche, que proyectarán una imagen fija de la Dama, serán en Madrid el soporte de un importante material documental que tampoco ha viajado hasta Elche.