Los brasileños se resarcen del Liber y Dario Fo pone el humor
Los editores y escritores brasileños que se llevaron un fiasco en el reciente Liber 97, que se desarrolló en Madrid en la primera quincena de este mes, empezaron ayer a resarcirse de sus penalidades españolas. Habían viajado a Madrid para participar en la Feria Internacional del Libro con la esperanza de promocionar a sus autores y de mantener reuniones con los editores españoles. No fue posible. El enfrentamiento entre editores y libreros con el Gobierno por la anunciada liberalización del precio de los libros de texto lo impidió: se cancelaron todos los encuentros profesionales.La enorme caseta colectiva de Brasil movilizó ayer a los asistentes a ritmo de samba; pese al cansancio de la media tarde, fue difícil escapar a la música. Junto a ellos, los portugueses -Portugal es el país invitado- obsequiaban con refrescos y copas a cualquiera que se acercase a sus alegres casetas de colores lila y verde.
La fiesta portuguesa sigue adelante. Hoy, en su pabellón especial, varias editoriales europeas (Dom Quixote, Alianza, Feltrinelli, Hanser o Gallimard) presentarán Lisboa. Diario de a bordo. Voces, miradas y evocaciones, que reúne textos de José Cardoso Pires. Alianza ha hecho una espléndida edición fuera de colección para celebrar esta feria que no olvidarán los portugueses.
Dario Fo puso la nota de humor ayer a primera hora de la tarde. El dramaturgo italiano, galardonado con el Premio Nobel de Literatura, arrancó aplausos en una multitudinaria rueda de prensa, cosa que no suele suceder en la seria Alemania.
¿Qué le preocupa más del Nobel? Que su mujer suba al estrado en Estocolmo a recoger el galardón el próximo mes de diciembre. Siempre han estado y trabajado juntos y también querrán estarlo en ese momento, señaló.
Fo opinó que el Nobel ha sido, una vez más, "una cuestión política". "Un acto de solidaridad" para los jóvenes que están en paro y para los viejos que tienen problemas.
