_
_
_
_
_

Rato anuncia un déficit del 2,9% este año, un día antes de que Bruselas publique sus previsiones

El ministro de Economía, Rodrigo Rato, aseguró ayer que el déficit público se situará en el 2,9% en 1997, reduciendo así la previsión anterior del 3%. El anuncio de Rato se ha realizado justo 24 horas antes de que la - Comisión Europea haga públicas sus previsiones económicas de otoño. Los pronósticos de Bruselas se darán a conocer hoy, a pesar de las presiones en contra de Alemania y Francia, debido a que la Comisión estima para este último país un déficit del 3,1%. Rato apoyó el derecho de la banca a cobrar comisiones por el cambio de pesetas a euros.

Las previsiones de otoño son las últimas que hará públicas Bruselas antes de la criba del euro, probablemente en el largo puente del 1 al 3 de mayo de 1998. Según fuentes comunitarias, la Comisión pronosticará para España un déficit del 2,9%, como anunció ayer Rodrigo Rato, aunque fuentes españolas no descartaron que el dato de Bruselas sea todavía el 3% ya anunciado en las previsiones de primavera.Según las fuentes comunitarias, el déficit para 1998 se situará en el 2,4%, cumpliendo así ese sexto criterio nacido en los últimos meses, el de la "sostenibilidad"; es decir, que no basta con cumplir en 1997 sino también en las previsiones para el año siguiente. Según la Comisión Europea, la inflación es pañola cerrará 1997 con una tasa del 2,2%, la deuda pública se quedará entre el 67% y el 68% y el crecimiento del pro ducto interior bruto (PIB) alcanzará el 3,5% en 1998.

Los datos de Bruselas, según estas fuentes, serán menos optimistas para algunos de los grandes países. Hay dudas sobre si Alemania llegará al 3% de déficit o se quedará en el 3,1%. Francia parece no cumplir el esencial asunto del déficit en 1997. Bruselas pronostica un 3,1%. Para el ejercicio siguiente, el pronóstico se queda en un nada reconfortante 3%.

Estas regulares perspectivas francesas han provocado grandes presiones de Francia, Alemania y de la presidencia luxemburguesa para impedir que Bruselas haga públicos sus pronósticos. Un intento que parece fracasado después de que el portavoz del comisario de Asuntos Monetarios, Yves Thibault de Silguy, asegurara que las previsiones se conocerán hoy.

Según fuentes comunitarias, el déficit pronosticado para Italia se quedará en el 3% este año, pero Bruselas duda entre no publicar ningún dato para 1998 o hacerlo con una amplísima horquilla del 2,7% al 3,7% debido a que las incertidumbres sobre el próximo presupuesto impiden hacer pronósticos.Presiones de la banca

El ministro español, Rodrigo Rato, apoyó ayer el derecho de la banca a cobrar comisiones por el cambio de pesetas a euros, llegado. el momento de la conversión a la moneda única. Rato aseguró que "una vez más, el juego de la competencia irá en beneficio del cliente" y que no le consta que la banca haya presionado para asegurarse el cobro de comisiones. Ante la pregunta de si es lógico que los consumidores paguen por un cambio de divisas que será obligatorio por decisión del Gobierno, el ministro admitió que "ése es un tema que habrá que evaluar".

Rato se mostró confiado en que el informe de la Comisión Europea sobre la futura financiación de la Unión haya servido para enfriar el debate sobre lo que obtiene y lo que aporta cada país a los presupuestos comunitarios.

El optimismo del vicepresidente segundo del Gobierno español contrastó con los airados comentarios del titular alemán de Hacienda, Theo Waigel, quien aseguró que el informe de Bruselas sobre las aportaciones del país más podertosos de la UE es "inaceptable, decepcionante y no soluciona nada [...] Es inaceptable que un país cargue con el 60% de las aportaciones netas", insistió.

A juicio de Waigel, las discusiones sobre la financiación comunitaria fueron menos apasionadas que en la reunión anterior, aunque admitió que las posiciones están también más distantes.

España, que ya cuenta con el abierto apoyo de Grecia y Portugal, se opone a fijar un techo de financiación del 1,27% del PIB de cada Estado miembro, insiste en que el 0,46% de ese PIB debe estar destinado a fondos estructurales y se opone a mantener el llamado cheque británico, que permite a este país aportar a la Unión una cantidad inferior a la que le correspondería por su peso económico.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_