Los editores declaran la guerra al Gobierno y lo acusan de "dar un golpe de gracia al sector"
Ningún cargo institucional asiste a la apertura de Líber 97 por primera vez en 14 años
Una declaración de guerra contra el Gobierno anunció ayer Juan de Isasa, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE). "Lucharemos con todos los medios y posibilidades legales a nuestro alcance para evitar que el Gobierno dé el golpe de gracia al sector del libro". Así concluyó De Isasa una intervención rubricada por ovaciones de cerca de 500 editores, libreros y distribuidores. La prevista liberalización de los libros de texto, a la que se opone todo el sector, fue la espoleta que convirtió la inauguración de la Feria del Libro Líber 97 en un campo de batalla al que no acudió ningún alto cargo del Gobierno ni de la Comunidad o el Ayuntamiento de Madrid.
Cinco minutos antes del comienzo del acto los editores acordaron suspender todas las manifestaciones culturales paralelas al Líber 97 que habían sido anunciadas, excepto la Fiesta de Libro que tendrá lugar mañana en el Círculo de Bellas Artes. Allí se leerá un manifiesto en defensa del libro firmado por editores y 680 empresas asociadas, así como escritores, distribuidores, libreros, lectores y cuantos consideran que el libro es un vehículo cultural.Las primeras andanadas del presidente de los editores tuvieron como destinatarios al Gobierno regional y a la corporación municipal de la capital que, en palabras de De Isasa, "no han mostrado el más mínimo interés por nuestro sector y no parece que el libro forme parte de sus intereses culturales". Los ánimos se fueron caldeando en el palacio ferial Juan Carlos I según se acercaba la inauguración de Líber 97. En la indignación de editores y libreros se reflejaba la reacción al acuerdo del Consejo de Ministros del pasado 19 de septiembre que prevé una paulatina liberalización de precios en los libros de texto.
Ante un auditorio expectante De Isasa remarcó que "romper el sistema de precio fijo es contradecir las diferentes tomas de postura que hasta ahora España ha mantenido en los foros internacionales y supone además quebrar, de forma unilateral y sin previo aviso, los intentos de mutua colaboración que a lo largo de este año hemos mantenido repetidas veces los editores, los libreros y la Administración". Pero cuando la sala aplaudió, puesta en pie el discurso del presidente de la FGEE fue para subrayar que las medidas del Gobierno "de muestran desconocer las leyes elementales del comercio y suponen engañar al consumidor". Sobre los polémicos descuentos a los libros de texto, De Isasa manifestó que "no es cierto que se puedan aplicar y sólo favorecen a multinacionales francesas [en alusión a las grandes superficies de capital galo] permitiendo prácticas que no se pueden hacer en Francia".
El director general del Libro, Fernando Rodríguez Lafuente, único representante del Gobierno presente, aguantó el chaparrón, pero practicó la política del avestruz y no modificó su discurso previsto pese a las duras críticas. De alguna manera confirmó los temores del sector en el sentido de que "la defensa del libro que hacen las autoridades se reduce a bellas palabras y frases tópicas". Tras insistir en la necesidad de aumentar los índices de lectura en España "a base de altos niveles de escolarización y buenas bibliotecas", Rodríguez Lafuente apeló "al diálogo con los editores" e hizo un llamamiento "al impulso para la creación de un mercado común del libro en español". Pocos aplausos, bastantes abucheos y el silencio de la mayoría fueron la respuesta de los asistentes.
En una nota difundida ayer en Líber 97 los organizadores lamentan el vacío institucional, ya que es la primera vez en 14 anos que ningún ministro acude a la inauguración de una feria que agrupa a 358 editoriales de 21 países y que es la cita más importante de un sector español que se ha convertido en la quinta potencia del mundo.
Los editores comentaron que el presidente del Gobierno, José María Aznar, no había asistido "por temor a las protestas del sector, pese a haber anunciado su presencia". La ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, y el secretario de Estado, Miguel Angel Cortés, acudieron en la tarde de ayer a la apertura del curso de las Academias.
La práctica totalidad de las editoriales, tanto privadas como públicas, se encuentran representadas en Líber 97, lo que convierte el certamen en el más importante del sector. Líber '97 permite presentar al mercado internacional cerca de 40.000 libros que se editan en España anualmente con una facturación aproximada de 400.000 millones de pesetas.
Babelia
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