Cuatro encapuchados lanzan 'cóteles mólotov' contra la oficina de Correos de Usúrbil y queman a un empleado
Cuatro encapuchados causaron graves quemaduras ayer al jefe de la oficina de Correos de Usúrbil (Guipúzcoa) al lanzar varios cócteles mólotov sobre el líquido inflamable con el que previamente habían rociado el suelo de la estafeta. El funcionario A. C. H se convirtió en una bola de fuego e intentó sofocar el incendio con un extintor, según sus compañeros. El jefe de la oficina de Correos, de 45 años, resultó con quemaduras en los brazos y fue trasladado al Hospital Virgen del Pilar de San Sebastián."Todo sucedió muy rápido. Estaba solo en la oficina, cuando entraron cuatro encapuchados. En poco tiempo inundaron todo de gasolina y le prendieron fuego. No me dieron tiempo a salir. Corrí hacia la calle y, de repente, me vi envuelto por completo en llamas. Era una bola de fuego", dijo él mismo horas después a la agencia Vasco Press.
El ataque de los cuatro jóvenes se produjo poco antes del mediodía cuando A. C. H. atendía a una persona. Los asaltantes irrumpieron en la oficina y exigieron a gritos que todo el mundo abandonase el recinto. El jefe de la oficina no tuvo tiempo de salir del recinto debido a que el fuego se extendió muy rápido. Intentó sofocar el incendio con un extintor e incluso se roció él mismo con espuma. A pesar de ello quedó envuelto en llamas. El funcionario manifestó después a sus compañeros que no debió haber intentando salvar el material de Correos. Los agresores, además de provocar importantes destrozos en la oficina, destruyeron más de 300 cartas y causaron daños por valor de varios millones, según el delegado provincial de Correos de Guipúzcoa, Francisco Javier Aparicio.
El funcionario de Correos declaró que el incidente se produjo en pocos minutos y que de los cuatro encapuchados que irrumpieron en el local uno era el que daba las órdenes y los otros tres las acataban. Los sindicatos CC OO y UGT han convocado una protesta para el próximo lunes frente a la puerta principal de Correos de San Sebastián.
En los tres últimos días, tras las muertes de los presuntos etarras Salvador Gaztelumendi y José Miguel Bustinza en un enfrentamiento con la Guardia Civil, grupos de encapuchados han perpetrado diversos sabotajes en Guipúzcoa.
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