Los obispos de Bilbao envian un mensaje funeral de los dos etarras y piden "que cese la violencia"
Unas 1.500 personas corearon ayer lemas en favor de ETA en los homenajes que se celebraron en Miraballes e Igorre, de donde eran originarios los fallecidos Salvador Gaztelumendi y José Miguel Bustinza, respectivamente. En estos actos, en los que no hubo incidentes, se leyó una nota de los obispos de Bilbao, Ricardo Bláquez y Carmelo Echenagusia, que están en Roma. Los prelados, tras mostrar su condolencia, señalan: "A cuantos participáis en los funerales, y de modo especial a quienes con sus actuaciones y decisiones pueden contribuir a que cese la violencia, os pedimos en nombre del Dios de la vida ¡No más sangre! ¡Sed incansables en la búsqueda de caminos de perdón y reconciliación en esta sociedad, tan deseosa de paz!"
Los féretros con los restos de los dos etarras del comando Vizcaya fueron sacados, pasadas las cuatro de tarde, a hombros de militantes de la izquierda abertzale del hospital bilbaíno de Basurto. En el extenor se concentraron centenares de personas con ikurriñas y se bailó un aurresku ante los féretros. La comitiva realizó un recorrido por Bilbao y, posteriormente, ambos féretros fueron trasladados a sus localidades de origen: los restos mortales de Gaztelumendi hacia Miraballes y los de Bustinza a Igorre.El sindicato abertzale LAB, próximo a Herri Batasuna (HB), y Gestoras Pro Amnistía habían convocado para ayer una huelga general en ambas localidades, que tuvo un seguimiento desigual, más intenso en los comercios y apenas perceptible en los polígonos industriales. La central convocante indicó en un comunicado que la convocatoria había tenido un "amplio eco en ambas localidades", de más de 4.000 habitantes cada una.
El alcalde de Igorre, José Miguel Aldekoa (PNV), precisó que los comercios que echaron las persiana lo hicieron, en su mayoría, "por miedo". En Miraballes, regido por el alcalde peneuvista José Luis Kortajarena la huelga tuvo una repercusión similar. Los grupos del PNV, EA y PSE-EE de este municipio emitieron un comunicado en el que expresaron su solidaridad con la familia de Gaztelumendi.
Un documento de similares características fue aprobado también por PNV y EA del Ayuntamiento de Igorre, donde también mostraron su condolencia a la familia Bustinza. El máximo responsable del consistorio y la Ertzaintza confirmaron que la tarde anterior varios individuos circularon en coche "animando" a los comerciantes a cerrar sus negocios en repulsa por el tiroteo que causó la muerte a los dos miembros de ETA.
Durante las tres horas que duró el funeral y el homenaje al que asistieron algo menos de un millar de personas y que concluyó sin incidentes, casi todos los comercios de Igorre estaban cerrados. En la plaza del Ayuntamiento, cuyo pleno rechazó ceder la casa consistorial para instalar la capilla ardiente, las banderas ondeban a media asta y con crespones negros sobre el féretro cubuierto con la ikurriña y la enseña de ETA.
Pancartas que calificaban la muerte de Bustinza de asesinato y que instaban a continuar la lucha armada hasta la victoria colgaban de los balcones próximos. Los vivas a ETA y las acusaciones de colaboracionismo al PNV arreciaron después del funeral y durante el homenaje al que asistieron el secretario general de LAB, Rafael Diez Usablaga, los miembros de la dirección de Herri Batasuna Gorka Martínez y José Luis Elkoro, junto a otros antiguos dirigentes. Después del homenaje estaba convocada una manifestación por las calles de Igorre.
El portavoz de Gestoras Pro Amnistía de Vizcaya, Aitor Jugo, acusó a las "fuerzas de ocupación" de ser un "mal virus inoculado a este pueblo". "No son nuestros vecinos", gritó con energía mientras el público coreaba consignas contra el instituto armado. Jugo exigió que se vayan de Euskadi y, de paso, "que metan en una de sus maletas a ese ser despreciable que es el señor Atutxa".
Por otro lado, uno de los dos concejales de HB en el Ayuntamiento de Bilbao, Dabi Alonso, advirtió ayer a los compañeros de los demás partidos que ninguno "puede estar tranquilo" tras conocerse que el edil del PP Antonio Basagoiti estaba entre los objetivos del comando Vizcaya. Alonso profirió su aviso en la Junta de Portavoces que rechazó la petición de HB de convocar un pleno extraordinario para condenar la muerte de Gaztelumendi y Bustinza.
En la noche del jueves, un grupo de manifestantes que portaban ikurriñas con crespones negros insultaron a pacifistas concentrados en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona y llamaron "asesino" al concejal socialista Joaquín Pascal diciéndole: "Tú serás el siguiente", informa . Pascal ya recibió un anónimo el pasado agosto en el que se le amenazaba de muerte si no abandonaba Pamplona en el plazo de un mes.
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