La ministra se reserva el "impulso político" de las reformas
Esperanza Aguirre ya ha dejado sentada su doctrina sobre las reformas universitarias. Fue en su discurso del pasado 13 de julio, en la toma de posesión de Manuel Jesús González como sustituto de Fernando Tejerina. La ministra manifestó que a los rectores, como parte de la comunidad universitaria, les corresponde "transmitir sus sugerencias y sus inquietudes", pero es al Gobierno al que "corresponde la dirección y el impulso político de las reformas".En aquel discurso, Aguirre quiso diferenciar el papel de los políticos y los rectores con comentarios particularmente significativos al pronunciarse el día siguiente de la destitución de Tejerina: a la Secretaría de Estado le corresponde "Ilevar a la práctica un proyecto político que cuenta con la confianza de los ciudadanos expresada en las elecciones"; las Cortes "han investido al Gobierno con su confianza para la ejecución de un programa mayoritariamente respaldado", y el Ejecutivo es responsable "ante la sociedad, que sustenta la Universidad".
El secretario de Estado de Universidades, Manuel Jesús González, manifestó ayer que el nuevo equipo está analizando los problemas pendientes y es plenamente consciente de la necesidad de impulsar reformas para conseguir una educación superior de calidad.
