La ONU prevé un gran avance en Tejas en las negociaciones sobre el Sáhara

El Frente Polisario y el Gobierno de Marruecos entablarán hoy en Houston (Tejas) una nueva ronda de negociaciones sobre el futuro del Sáhara. No es una más. En el territorio del ex secretario de Estado James Baker, que apadrina las conversaciones, los dos bandos abordan una reunión que promete ser definitiva. Mientras el secretario general de la ONU, Kofi Annan, declaraba que es "muy posible que se abra una luz", Rabat anunciaba la asistencia del brazo derecho del rey Hassan: el ministro del Interior, Dris Basri.

Baker ha conseguido que en las reuniones anteriores celebradas en Lisboa y en Londres las dos partes en conflicto se hayan puesto de acuerdo sobre aspectos importantes vinculados al referéndum de autodeterminación previsto por Naciones Unidas en la ex colonia española. El acantonamiento de las fuerzas militares de ambas partes y la liberación de prisioneros políticos son parte de lo acordado. Según fuentes diplomáticas árabes, en los próximos días se puede producir una excarcelación de presos marroquíes y saharauis, respectivamente, lo que facilitaría un clima de distensión.La delegación marroquí que negociará en Houston va presidida por el primer ministro, Abdelatif Filali, y por el ministro del Interior, Dris Basri. La delegación saharaui presumiblemente será conducida por el jefe del Gobierno de la RASI), Mahfud Afl Beiba.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha reconocido que el proceso "ha avanzado de manera notable" y que en esta nueva ronda de negociaciones podría producirse "un progreso importante". La presencia del ministro Basri por parte marroquí deja presagiar que ésta puede ser la reunión definitiva.

En fuentes diplomáticas en Rabat se dice que, pese al secretismo bien guardado por ambas partes sobre el contenido de las discusiones, la agenda prevista para la reunión de Houston tiene los capítulos más delicados de la negociación: un "código de conducta" cara a la realización del referéndum, la pregunta que será sometida a plebiscito, y el censo electoral.

El código de conducta electoral debe ser tal que no permita "que se atente a las instituciones sagradas del país, monarquía y unidad nacional, durante la campaña por el referéndum", escribe el periódico de Casablanca El Bayane, traduciendo el sentir de los medios oficiales marroquíes, que no consiguen hacer coexistir en su imaginación la integridad territorial y la propaganda por la independencia. Queda igualmente por definir la pregunta del referéndum, si será tan simple como "independencia o integración", o bien su formulación será menos cruda. El rey Hassan ha sido firme . en sus propósitos ya en el pasado: "No debe haber ni vencedores ni vencidos".

En cuanto al espinoso problema del censo electoral, las últimas posiciones oficiales de ambas partes seguían siendo distantes: 75.000 saharauis censados por España en 1974, posibles electores según el Frente Polisario, y 200.000 saharauis contando los "huidos de la región en la época colonial", según Marruecos. Se supone que hay un principio de acercamiento de posiciones, pero no ha sido posible confirmarlo. La prensa marroquí en los últimos días y los partidos políticos, principalmente los de la oposición, son tajantes en afirmar que "todos los ciudadanos de origen saharaui deben participar en el referéndum".

A menos que se encuentre una fórmula referendaria de compromiso, que todo es posible, por el momento no se ve en Rabat la posibilidad de que las partes encuentren un censo mediano sin tener que renunciar a sus respectivos principios.