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Músicos gallegos, escoceses e irlandeses participan en el I Festival Intercéltico

A Coruña celebra durante dos días, el resurgir de la música celta

Xosé Hermida

Renace la música celta y A Coruña pretende ser la abanderada en España de este fenómeno. La vieja hermandad sonora entre Galicia, Irlanda y Escocia vuelve a darse cita en la ciudad gallega para inaugurar un festival que pretende erigirse en referente de los circuitos folk. Uno de los mejores gaiteros del mundo, el irlandés David Spillane; su compatriota Sharon Shannon, joven talento del violín, y los grandes popes de la música tradicional gallega, Milladoiro, junto a Luar na lubre, protagonizaron anoche el primero de los dos conciertos.

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"Esto es casi un experimento", confiesa un miembro de la organización, "si funciona bien durante dos años, aspiramos a hacer algo grande, tal vez un festival de una semana". La aspiración de A Coruña es emular a Lorient, la ciudad bretona que todos los veranos se convierte en la capital del mundo celta. Para empezar, el aperitivo es ciertamente digerible, según coinciden los expertos. Tras la reunión galaico -irlandesa de anoche, hoy desfilarán por el Coliseo coruñés dos bandas escocesas con una larga y sólida trayectoria: Tannahill Weavers, con dos décadas y una docena de discos a cuestas, y Wolfstone, que ofrecerán una de las últimas actuaciones antes de su anunciada disolución. Completan el cartel Oyster Band, veteranos representantes del folk-rock británico, y los asturianos Llan de Cubel.Los primeros indicios quedaron registrados en 1994, cuando se decidió resucitar el festival de Ortigueira (A Coruña), auténtico santuario del celtismo en los efervescentes años de la transición. Ahora la apuesta de A Coruña parece confirmar el resurgir de un movimiento que, por primera vez en mucho tiempo, vuelve a captar adeptos entre el público juvenil. "A finales de los 70, la música celta vivió un cierto auge, pero nunca se había vivido un momento tan bueno como éste", asegura Bieito Romero, de la banda coruñesa Luar na lubre, fundada en 1986. "Durante mucho tiempo nosotros hemos sido el único grupo foIk de la ciudad y ahora, de repente, se han creado dos nuevos".

El arrollador éxito del gaiteiro vigués Carlos Núñez, el disco de éste con The Chieftains dedicado a Galicia -que obtuvo un premio Grammy- y las colaboraciones de Mike Oldfield con músicos tradicionales gallegos son algunas de las circunstancias que, según Romero, han favorecido la eclosión.

"El boom en Irlanda ya se produjo hace 20 años", comenta Davy Spillane (Dublín, 1959), al que algunos consideran el Hendrix de la gaita, "ahora es una realidad consolidada y nuestra música compite con el rock en las listas de éxitos. De lo que ocurre, aquí, conozco poco, pero he podido apreciar un desarrollo". En Irlanda y Escocia los sonidos tradicionales se han ido mezclando con las influencias más insospechadas, desde la new age hasta el punk (The Pogues, por ejemplo). Spillane es una buena prueba de ese eclecticismo: se ha embarcado en un proyecto que llama The afro celtic sound system, ha trabajado con el compositor japonés Ryuichi Sakamoto en bandas sonoras para películas y documentales, Sinead O'Connor será la estrella invitada de su próximo disco y él mismo ha participado en grabaciones de gente como Elvis Costello, Van Morrison, Enya, Steve Winwood o Tanita Tikaram.

Propuesta osada

No menos osada en sus propuestas musicales es Sharon Shannon, quien irrumpió en 1991 con una mezcla en la que cabían desde los sonidos tradicionales de Lousiana -el cajún- hasta influencias portuguesas o suecas. Esta mujer, cuyo aspecto encajaría perfectamente en el papel de Maureen O'Hara en El hombre tranquilo y a la que parece imposible arrancar más dos palabras seguidas; obtuvos dos discos de platino y desde entonces no ha puesto fin a los experimentos, que incluyen hasta incursiones en el territorio del reggae. Irlanda tiene fama de país apegado a las viejas esencias, pero esta clase de aventuras no despiertan excesivos recelos, según Shannon y Spillane. "Lo importante", señala el gaitero, "es mantenerse fiel a una base tradicional".En Galicia, a excepción de Carlos Núñez, no es frecuente que los músicos folk lleguen tan lejos en sus exploraciones. La razón, según Bieito Romero, es sencilla: "Llevamos 40 años de retraso. En Irlanda, la música es una fuente de ingreso de divisas. Aquí no le da una perra a casi nadie".

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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