Protesta del dueño del edificio que se construye junto a la Alhambra

Virginio Sánchez, el promotor que edifica el discutido restaurante Rey Chico al pie de la Alhambra de Granada, acusó al Ayuntamiento de dispensarle un "trato discriminatorio" pues a su entender "no hay ninguna ley que ampare la paralización". El pleno municipal aprobó ayer por unanimidad la detención cautelar de la obra, a pesar de que los grupos del PSOE y de IU manifestaron que la medida crea inseguridad jurídica en los ciudadanos. Los propios inspectores municipales propusieron corregir las anomalías detectadas en la obra a cambio de una multa de 60.000 pesetas. Jamás plantearon la paralización.Sánchez comentó ayer que está dispuesto a "negociar en serio", pero advirtió que ni la Junta de Andalucía ni el Ayuntamiento "nos van a parar, salvo que lleguemos a un acuerdo económico. Entonces les daremos el Rey Chico para ellos". El promotor añadió que no quiere pensar que, con la paralización cautelar, el Ayuntamiento pretenda tener una mejor posición para negociar con él la indemnización a cambio del derribo del restaurante.

El promotor lleva invertidos 500 millones de pesetas en el edificio y calcula que el restaurante podría generar un negocio de unos 1.000 millones de pesetas anuales.

El pleno municipal aprobó ayer, por unanimidad, la paralización cautelar. El portavoz del PSOE, Antonio Cruz, mantuvo que la medida era "desproporcionada". Sin embargo, votó a favor.