El Ayuntamiento de Granada rectifica y paraliza las obras del polémico edificio de la Alhambra

La comisión de gobierno del Ayuntamiento de Granada decidió ayer paralizar la construcción del controvertido restaurante Rey Chico, situado al pie de la Alhambra, después de que los técnicos detectaran dos zonas que no aparecen en el proyecto original y que suman 171,8 metros cuadrados de superficie. El alcalde de Granada, Gabriel Díaz Berbel (PP), reconoció que se trata de un desajuste "menor y subsanable". Pero, dada la dimensión de la polémica, se ha optado por la paralización cautelar. El PSOE cree que la medida es desproporcionada mientras IU la apoya.

Díaz Berbel dijo que aprovechando esta "circunstancia" -la paralización de la obra que hoy debe aprobar el pleno municipal- el Ayuntamiento va a tratar de convencer al promotor, Virginio Sánchez, para que desista del, edificio y pacte una indemnización. Frente a esta clara determinación del alcalde de impedir que se construya el restaurante, el informe de los inspectores municipales no contiene ninguna referencia a la paralización de la obra y estima que bastaría una sanción de 2,1 millones de pesetas para legalizar las anomalías. Los inspectores explican que las dos superficies nuevas detectadas el pasado 23 de julio "no computan a efecto de edificabilidad ni afectan al volumen externo del edificio", de ahí que no revistan especial gravedad.En conjunto, dicen los técnicos, "el volumen se ajusta sustancialmente al descrito en el proyecto que obtuvo la licencia". Además los inspectores han apreciado algunos cambios no sustanciales en la distribución de las cocinas, los aseos, el escena rio y las salas de las instalaciones de los sótanos.

El alcalde de la ciudad defendió ayer la paralización cautelar de la obra dada la envergadura de la polémica y el grado de sensibilidad ciudadana contra el proyecto (5.000 firmas ha recogida la plataforma que agrupa a diferentes asociaciones contrarias a la edificación). "La medida no es excepcional. Sí es excepcional el edificio y su ubicación", dijo Díaz Berbel.

Antonio Cruz, portavoz del Grupo Socialista, mantiene que la medida es desproporcionada. "Irregularidades de ese tipo se han detectado en Granada y se han solucionado con una sanción", dijo. "Queremos que se cumpla la legalidad y, si los técnicos han detectado irregularidades legalizables, habrá que imponer al promotor la sanción correspondiente". El grupo de Izquierda Unida optará. hoy por la detención de la obra ya que sospecha que hay otros 700 metros cuadrados que han escapado al control de los técnicos.

Imprecisiones

La inspección del Ayuntamiento se ha producido después de conocer a través del EL PAÍS un informe de la comisión técnica de la Alhambra que había detectado una de las superficies que no aparecían en el proyecto original. El delegado municipal de Urbanismo, Miguel Valle, no supo explicar por qué sus técnicos no detectaron tal anomalía en sus visitas de inspección. La última el pasado 18 de julio. "La arquitectura es una ciencia aproximativa", se disculpó.El Ayuntamiento de Granada, una vez paralizada la obra, quiere convencer al promotor para que desista, de la edificación a cambio de una indemnización aún por fijar. Díaz Berbel planteó ayer de nuevo a la consejera de Cultura, Carmen Calvo, del PSOE, que la Junta de Andalucía asuma en solitario la indemnización. La Junta y el Gobierno central han ofrecido pagar cada uno un tercio. El Ayuntamiento, por su lado, se resiste a entregar una peseta por un error que atribuye a la corporación socialista que le precedió. A lo sumo estaría dispuesta a arbitrar algún tipo de compensación.