_
_
_
_
_

Una mirada española sobre Marruecos

Una exposición fotográfica recuerda en Madrid los años del protectorado (1913-1956)

Miguel Ángel Villena

"Marruecos es el país que nos marcó, del que nunca saldremos, aunque nunca volvamos". Esta frase de Francisco Trujillo resume el sentimiento de miles de españoles que vivieron al sur del estrecho de Gibraltar durante los años del protectorado (1913-1956) y define el espíritu de una exposición fotográfica, Marruecos en el recuerdo, abierta en Madrid la pasada semana. Sin resabios colonialistas, pero con una comprensible nostalgia por aquella época, lejos de las tendencias militares africanistas y más cerca del mestizaje cultural, la muestra de fotografías de Francisco García Cortés y la colección de postales que la acompaña proyectan en gran parte la visión española sobre un Marruecos ya desaparecido.La biografía de Trujillo, que nacío en Badajoz hace 70 anos, pero que residió en el norte de Marruecos durante casi medio siglo, ilustra la trayectoria de muchos españoles que protagonizaron historias olvidadas o en todo caso adulteradas por una cierta visión despectiva hacia los vecinos del sur que, lamentablemente, aún persiste.

"Los años, del protectorado significaron un enriquecimiento mutuo entre las dos culturas", comenta este abogado jubilado que preside La Medina, una asociación de antiguos residentes en Marruecos organizadora de la exposición que reúne más de un centenar de fotografías, así como tarjetas postales, objetos cotidianos y un vídeo documental sobre aquel periodo en el norte de África.

Cielos limpios, muros blancos y encalados, bullicios de las medinas de Tetuán o de Xauen, estampas de aguadores o de encantadores de serpientes, estruendos de las fiestas de la pólvora, desfilan por las imágenes de Francisco García Cortés (Soria, 1901-Málaga, 1979), el fotógrafo español que mejor retrató las escenas cotidianas de los años de un protectorado que abarcó un 10% del territorio de Marruecos. El resto del país estuvo bajo control francés, según el Acta de Algeciras de 1913.

Desde su privilegiada atalaya como periodista y como fotógrafo oficial de la Alta Comisaría española, García Cortés recorrió riscos y despeñaderos, playas y mercados en busca de un Marruecos de leyenda. El cariño por una sociedad tan próxima y a la vez tan distante en sus concepciones de la vida, tan presente en la cultura española y al tiempo tan castigada por prejuicios, alienta las imágenes de la exposición, que permanecerá abierta en el Museo de la Ciudad, dependiente del Ayuntamiento de Madrid, hasta el próximo 7 de septiembre.

"La huella española sigue viva en el norte de Marruecos, comenta Trujillo, "aun que nuestro país podía olvidar ya de una vez los desprecios ignorantes hacia todo lo musulmán e impulsar más la colaboración cultural. La penetración de las televisiones españolas y la actividad del Instituto Cervantes en varias ciudades marroquíes han fomentado mucho nuestra presencia, pero los esfuerzos deben redoblarse", afirma Trujillo con contundencia.

La muestra incluye también fotos del urbanismo moderno en Tetuán, capital que fuera del protectorado, y donde los españoles levantaron, el ensanche de la ciudad, pero, siempre respetando su hermosa medina.

Al igual que, muchos otros conocedores del Magreb, el presidente de La Medina sostiene que "el atavismo del miedo al moro y el sangriento papel de las tropas regulares al servicio de Franco durante la guerra civil son dos losas que pesan sobre nuestra memoria histórica".

Testimonios de españoles residentes, que se reconocen mimados en Marruecos tras la independencia de 1956, inmensos flujos de turistas y crecientes relaciones comerciales han contribuido en los últimos años a difuminar y modificar ese estereotipo de las malditas guerras de África.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_