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LA MODA SE VISTE DE LUTO

Conmoción en Italia por el estilo mafioso del crimen

Se suspenden los desfiles de alta costura que iban a comenzar hoy en Roma

Italia acogió con incredulidad y consternación la noticia del asesinato del estilista que, con Giorgio Armani, más ha contribuido a extender universalmente la moda de este país. El desarrollo del crimen hizo que se hablara de una ejecución casi de estilo mafioso, de la que el FBI ofreció anoche el nombre y rostro del principal sospechoso: Andrew Phillip Cunanan, de 27 años. Y mientras los hermanos de Versace, Donatella y Santo, con los que tenía en pie su imperio de casi 150.000 millones de pesetas, pedían y obtenían la suspensión de los desfiles de alta costura que tenían que empezar hoy.

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Luto en el 62 del Faubourg Saint Honoré

En la plaza de España de Roma, donde se preparaba para hoy la magna manifestación estival de la moda Donna sotto le stelle (Mujer bajo las estrellas) cundió el desconcierto y empezaron a sucederse reuniones que llevaron al aplaza miento de los desfiles, cuya primera noche iba precisamente a dedicar los 20 o 25 minutos iniciales a Versace, que había decidido no venir por algún quiebro de salud -el año pasado venció un cáncer, que estuvo a punto de provocarle como mínimo una parálisis facial- pero que tenía en primera fila a Donatella y a Santo.El estilista asesinado había llegado a pagar casi 500 millones de liras (unos 44 millones de pesetas) por contar con Naorni Campbell también en esta ocasión. Asimismo estaba en Roma Cindy Crawford, pero ninguna de las grandes se lanzó a hacer declaraciones. Entre las que fueron preguntadas, una Valeria Mazza con sonrisa permanente, como si hablara de la última fiesta a la que había asistido, recordó que ella empezó con Versace.

La televisión estuvo dando imágenes del taller milanés de Vía Montenapoleone, en uno de los edificios más elegantes de la zona más exclusiva de la capital lombarda, de donde los empleados salían llorando.

El ministro del Interior, Giorgio Napolitano, mantuvo contactos con las autoridades norteamericanas que siguen el caso, y la policía italiana se presentó en la sede de la casa de moda del estilista. Sus hermanos salieron en un avión privado hacia Míami, mientras el vicepresidente de la Cámara de la Moda, Peppe Modenese, ex presaba el gran dolor del sector por la desaparición de uno de los puntales del Made in Italy.

Versace era un hombre versátil interesado no sólo en su profesión de estilista, sino también animador e ideador de acontecimientos culturales y sociales y escritor de libros sobre moda. Amigo de músicos como Elton John y Prince, que a menudo se ocupaban de las columnas sonoras de sus desfiles, con clientas tan dispares como Madonna o Lady DI, colaboró también con coreógrafos como Maurice Béjart, con el que montó últimamente un ballet en Florencía para una presentación de su colección masculina.

El estilista fallecido nunca ocultó sus orígenes de chico calabrés del profundo sur -nació en Reggio Calabria, el 2 de diciembre de 1946-, aunque siempre mantuvo una gran reserva sobre su vida privada. En los últimos tiempos le rozó la operación Manos Limpias contra la corrupción, junto a otros estilistas, acusados de pagar comisiones ilegales.

Declaradamente homosexual, tras su victoria sobre el cáncer se empeñó a fondo en batallas como la defensa de los derechos civiles y la lucha contra el sida, mientras continuaba con su lema de cambiar y revolucionar la moda como forma de mantenerse joven.

Versace empezó su actividad profesional en 1972, realizando vestidos prêt-à-porter para otras casas de moda, hasta que en 1978 puso en pie su propia firma. Pero fue en los años ochenta cuando su fama se incrementó, no sólo por el estilo de sus creaciones, con sus inconfundibles chaquetas largas y limpias, sino también por el vuelco que dio a la idea misma de los desfiles, bajando a las modelos de las pasarelas para que el público viera realmente los vestidos.

Gianni Versace, tres líneas de moda femenina, dos masculinas, accesorios y perfumes, se consideraba el más influido por la tradición clásica de todos los estilistas italianos.

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