Luto en el 62 del Faubourg Saint Honoré

La noticia tuvo un efecto inmediato en el número 62 del Faubourg Saint Honoré. La gran tienda parisina de Gianni Versace, la más espectacular en una calle rebozada en lujo, echó el cerrojo en señal de luto en cuanto se conoció el asesinato del propietario, y un empleado ajustó ropa negra en un maniquí del escaparate. "Excepcionalmente, la boutique está cerrada", decía en francés e inglés un sencillo cartel pegado en el cristal. El inmenso portalón del comercio, a pocos metros del palacio presidencial del Elíseo, permaneció rodeado de cámaras y curiosos durante toda la tarde. En el interior reinaba la estupefacción. "Es imposible", se limitó a comentar un empleado, al borde de las lágrimas, que ignoraba cuándo será reabierta la tienda.Gianni Versace había estado en París una semana atrás, con motivo de los desfiles de alta costura para la temporada de otoño e invierno. Su colección, con Naorni Campbell como estrella y con los imperios griego y romano como inspiración, abrió la serie de exhibiciones. Como siempre, Versace se había rodeado de gente guapa y celebridades. Como en todas sus estancias en la capital francesa, había reservado varias habitaciones en el hotel Ritz. Como siempre, las habitaciones daban a la Place Vendôme y, como siempre, mantenían las cortinas corridas.

Versace no residía en Francia, pero consideraba que París era "la capital mundial de la moda". "Las tiendas parisinas son las de mayor tirón comercial, y reservaba a París la primicia de sus grandes colecciones", dijo ayer un portavoz del Grupo Versace.