El Gobierno aplaza la cesión a la Generalitat de los impuestos especiales reclamados por los nacionalistas

El Gobierno no cederá los impuestos especiales a la Generalitat en el curso de la negociación de los Presupuestos del 98. Con ello se planta ante el anuncio formulado por el diputado nacionalista catalán Francesc Homs, hace tres semanas en el Congreso, sobre su "próxima reclarnación". Las conversaciones del Ejecutivo con CiU se centrarán en la financiación sanitaria. Por su parte, el PNV propone una "negociación gradual" en su reinvindicación de la financiación de infraestructuras y la cesión del Inem. Asimismo, el vicepresidente Francisco Álvarez Cascos se ha comprometido con el PNV a que la primera ley del próximo periodo de sesiones sea la de devolución del patrimonio de los partidos incautado en la guerra civil.

El Gobierno y los nacionalistas toman posiciones ante la negociación presupuestaria, que comenzará en los próximos días. El margen de maniobra del que dispondrán los intervinientes es escaso al haber fijado el Ejecutivo como criterio fundamental la austeridad . El ministro de Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, ya ha adelantado a es e periódico que no cederá si CiU reclama la cesión de los impuestos especiales como adelantó su diputado Francesc Homs el mismo día que el Congreso dio luz verde a la modificación del Concierto Económico del País Vasco, que concede a la Hacienda vasca la capacidad de recaudarlos. La idea del Gobierno es evitar a toda costa un efecto generalizador en la cesión de los impuestos especiales.La ausencia de un acuerdo definitivo del Ejecutivo con CiU sobre la financiación sanitaria ha hecho que ésta se convierta en el eje de la reclamación nacionalista en la negociación presupuestaria.

El Gobierno ya se ha comprometido a inyectar 200.000 millones de pesetas al sistema sanitario, al que añadirá otros 120.000 en tres años. En este momento de la negociación, CiU reclama 100.000 millones más. También pretende que aumenten las partidas sociales, como las destinadas a la educación y la vivienda.

El malestar por la situación creada es notorio en CiU, ya que pretendía cerrar la negociación sobre la financiación sanitaria antes del comienzo de las conversaciones presupuestarias para, de ese modo, avanzar en su plataforma reivindicativa.

Los nacionalistas catalanes aún tienen pendientes de negociar los puertos, cuya ley ya ha sido aprobada por el Consejo de Ministros, así como las leyes de costas y suelo, entre los temas pactados en abril de 1996, con motivo de la investidura de José María Aznar como presidente.

CiU tiene conciencia de que su aportación financiera al conjunto de España es muy superior a lo que recibe. Hace un mes, con motivo del debate sobre el estado de la nación, consiguió un pequeño éxito en esta dirección, aunque sin el apoyo del PP: la aprobación de una resolución que obliga al Ejecutivo a publicar las balanzas fiscales de cada comunidad autónoma. Pero esta cuestión disgusta al Gobierno porque, según advierte Rajoy, puede reabrir la caja de los agravios comparativos entre las autonomías.Sin embargo, el PNV pondrá el acento en la reclamación al Gobierno de los fondos dedicados a infraestructuras si quiere seguir contando con su apoyo. Su portavoz en el Congreso, Iñaki Anasagasti, se remite a las resoluciones de su partido aprobadas en el último debate sobre el estado de la nación como eje principal de sus reclamaciones y entre ellas figuran las infraestructuras.

Los nacionalistas vascos reividican lo que juzgan como su particular discriminación. Parten de la base de que "hay una descompensación en materia de infraestructuras entre el eje atlántico y el mediterráneo a favor de este último", lo que repercute en el empleo, en un momento político de gran importancia por el proceso de unidad europea, según Anasagasti.

El portavoz del PNY subraya la necesidad de modernizar Ias infraestructuras viarias, ferroviarias, portuarias y aeropuertarias en todas las comunidades de la cornisa cantábrica por la "influencia económica que ejerce el eje atlántico" y por las necesidades de "otros Estados soberanos, como el portugués, y la zona atlántica de Francia".

En un terreno más concreto, el PNV reclama al Gobierno que se comprometa en la conexión del eje atlántico (Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco) a través de la frontera de Irún con el ancho europeo. Tambien reclama la prioridad a la autovía-autopista transcantábrica como salida necesaria a Europa a través de esa misma ciudad guipuzcoana. Asimismo, pide al Ejecutivo que colabore con la Administración vasca en la financiación de la "autopista del norte", Eibar-Vitoria, para que la obra termine cuanto antes.En cuanto al desarrollo del Estatuto de Gernika, el PNV plantea una negociación gradual. Quiere dejar a punto de traspasar al País Vasco para septiembre el paquete de las políticas activas de empleo del Inem, que ya ha sido transferido a Cataluña.

Asimismo, Anasagasti asegura que ya tiene cerrado con el vicepresidente Francisco Álvarez Cascos el compromiso de que la ley de devolución del patrimonio incautado durante la guerra civil será la primera que se tramitará en el próximo período de sesiones. El PNV valora su patrimonio en unos 5.000 millones de pesetas, según el informe encargado a la empresa británica Galtier.