Agricultores franceses intentan quemar un centro, de la Comisión Europea

, Un centenar de agricultores franceses intentaron quemar la noche del martes la sede de un organismo de la Comisión Europea en Marsella. El piquete protestaba contra "la llegada masiva de frutas y verduras extranjeras vendidas por debajo de su precio de coste". Antes, los enfurecidos campesinos tiraron por las calles más de 100 kilos de melocotones y melones de origen español que transportaba un camión de una empresa de Caudete (Albacete) y que había sido interceptado en el peaje de la autopista.

"Nos es imposible competir con sus precios"; aseguró un dirigente de la FNSEA, sindicato agrario de la zona, "pues el preció de una jornada de trabajo en Francia es idéntico al salario semanal de un jornalero en España; el problema viene de las cargas sociales, que en. Francia son muy superiores y hacen que nuestros cultivos no sean competitivos". .En su deambular .nocturno, los alborotadores se toparon varias veces .con la policía, que les impidieron acercarse al consulado español, tal y corno parece que tenían planeado. Tampoco pudieron entrar, en el mercado de Arnavaux desde hace meses, detrás de la violencia del microcosmos sindical agrario francés aparece la sombra manipuladora del ultraderechista Frente Nacional, con su discurso patriótico sobre la "preferencia nacional" aplicado a frutas y hortalizas. Ayer las fuerzas del orden sólo intervinieron en el momento del incendio, para dispersas el grupo. Vario miembros del mismo fueron retenidos y obligados á identificarse:

La ministra española de Agricultura, Loyola de Palacio, volvió a lamentar la inexistencia de un mecanismo rápido de la Comisión Europea para actuar contra las agresiones francesas, lo que deja como única vía la denuncia ante el Tribunal de Luxemburgo.

De Palacio rechazó la posibilidad de responder a la violencia con acciones similares. Agricultura ultima una normativa encaminada a apoyar a las empresas que hayan sufrido destrucción dé sus cargamentos para que acudan a los tribu- nales, en lugar de aceptar simplemente las indemnizaciones que paga el Gobierno francés.

La venta de productos franceses en España se ha reducido un 30% como respuesta de los consumidores a esos ataques, según informó ayer el ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes. La respuesta de los consumidores españoles, que el Gobierno "no alienta, pero entiende como una forma de reacción", fue revelada por Matutes al término de su reunión con parlamentarios del Partido Popular, donde. se hizo balance de los 14 meses de Gobierno.

Matutes lamentó que, una vez más; los agricultores franceses hayan incumplido el principio de la libertad de comercio y reconoció que en esta ocasión las fuerzas de seguridad francesas han actuado con menos pasividad que en el pasado para controlar a los campesinos.

Las organizaciones agrarias españolas Coag y Asaja han señalado su decisión de seguir boicoteando la compra de productos franceses en España.