El fiscal denuncia la contaminación de pozos de agua para consumo humano en San Sebastián
Los 300 habitantes de una zona residencial cercana a la urbanización Fuente del Fresno de San Sebastián de los Reyes (58.000 habitantes) vivieron entre 1992 y 1994 con dos pozos de agua potable supuestamente contaminada por hidrocarburos, según se desprende de la querella presentada por la Fiscalía de Medio Ambiente contra la empresa Setor (propietaria de una gasolinera situada en el kilómetro 24 de la carretera de Burgos a la que achaca un grave escape de carburante detectado en la zona en 1992) y del informe municipal incluido en dicha querella.La fiscalía, que reclama una fianza de 1.000 millones de pesetas contra Setor, acusa a la empresa de un derrame de 250.000 litros de hidrocarburos que contaminó un "importante acuífero" del que se abastecían para riego y consumo humano algunas fincas asentadas en la zona.
Los vecinos denunciaron la contaminación de sus pozos en 1992, pero éstos no fueron clausurados hasta 1994, tal y como reconoce el actual alcalde de San Sebastián, Ángel Requena (IU). "Al principio era mal olor de vez en cuando. Luego estuvimos casi un año bebiendo agua mineral. El último mes antes de que el Ayuntamiento cerrara los pozos (1994) fue horrible", asegura Manuela D. G., de 46 años, vecina de la zona.
Pese a las denuncias vecinales, el consistorio, entonces bajo mandato socialista, no inició expediente informativo sobre la supuesta infracción medioambiental hasta 1993. En junio de 1994, el gobierno local de Izquierda Unida, que había accedido dos meses antes a la alcaldía, decidió clausurar los pozos amparado en dicho expediente. "Supimos que se habían detectado niveles de hidrocarburos en el agua que la hacían poco recomendable para el consumo humano", aseguró el alcalde, Ángel Requena.
Pese a todo, el Ayuntamiento no pudo determinar el origen de la supuesta contaminación y, en principio, la achacó a "la limpieza de los depósitos de gasóleo de la calefacción de la urbanización Fuente del Fresno". "Es muy difícil encontrar la procedencia de los hidrocarburos cuando aparecen en los pozos, ya que el proceso de filtración es largo. Ahora parece factible que el origen sea el mismo que investiga la fiscalía (la gasolinera de la empresa Setor)" añadió Requena. Tras clausurar los pozos en 1994, y mientras se habilitaban otros, el Ayuntamiento suministró agua a los vecinos con camiones cisterna durante varios días.
Independientemente del origen de los supuestos vertidos contaminantes, éstos debían pasar por un colector municipal antes de llegar a los pozos de agua potable. Los vecinos denunciaron en 1992 que dicho colector no funcionaba bien. Según ellos, de haber estado en buenas condiciones, el impacto habría sido mínimo o inexistente. El colector se estropeó en 1990 y desde entonces no funciona correctamente, dicen los vecinos.
"Es cierto que el colector se encuentra en malas condiciones y que se estropea con las riadas", reconoció el regidor. "Pero, en cualquier caso, los colectores no se instalan para controlar vertidos masivos de carburante", añadió.
El supuesto vertido contaminante también afectó en 1995 al pozo que suministra agua al complejo hostelero y deportivo Los Llanos, según la denuncia presentada por su propietario, Agustín Díaz Pardo, quien también achaca la supuesta contaminación al mal funcionamiento del colector municipal.
Pozo Artesiano
Díaz Pardo denunció ante el Ayuntamiento que había tenido que cerrar, por la presencia de hidrocarburos en el agua, un pozo artesiano de 210 metros de profundidad del que se servía su complejo deportivo. El Ayuntamiento abrió una investigación. Un informe de la empresa de análisis de aguas Geofisa cifraba en 0,723 miligramos el carburante existente por litro de agua en dicho pozo en septiembre de 1995. Dos meses después, el porcentaje de gasolina en el agua había subido a 2,1 miligramos por litro, según reflejaron sendos informes de la Agencia de Medio Ambiente y de los servicios de inspección del Área V de Salud. Estos informes figuran en el expediente del Ayuntamiento.Díaz Pardo aseguró que el Ayuntamiento no atendió sus requerimientos. "Les pedí que como el veneno había llegado al agua por el mal funcionamiento de su colector y sus conducciones, me limpiaran el pozo. Me dijeron que no había dinero. Luego pedí que me abrieran otro pozo y la respuesta fue la misma. Hasta pedí que me proporcionaran agua del Canal de Isabel II, y volvieron a ignorarme", explica Díaz Pardo.
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