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Tocino ofrece 52.000 millones en depuradoras a las constructoras

Cautelas en el sector sobre las condiciones de los contratos

El Ministerio de Medio Ambiente se propone contratar este año más de 52.000 millones de pesetas en depuradoras y saneamiento. Después del paquete de desaladoras de hace dos meses, el ministerio de Isabel Tocino ha ofertado a la iniciativa privada otro más con depuradoras y emisarios que superan en inversiones a las autovías de Fomento para ser financiadas según el modelo alemán, esto es, el plazo aplazado.

Hay expectación, entre el sector privado de infraestructuras ligadas al agua, por conocer cuál será el pliego de condiciones del paquete de 52.000 millones de pesetas en obras que el Ministerio de Medio Ambiente.Hace poco más de dos meses barajó una lista de desaladoras y canalizaciones para regadíos y abastecimientos por 97.393 millones de pesetas, pero éste es el día en que no se han materializado las condiciones del modelo financiero, qué porcentaje se hará con cargo a los fondos de la UE -aseguran que el 85%- y su repercusión en los usuarios.

Durante el mandato de José Borrell y para llevar a cabo el Plan Nacional de Depuración se firmó con las autonomías el compromiso de que legislarán para garantizar el cobro de una tarifa con la que abordar los gastos de operación y mantenimiento. La mayoría de las depuradoras instaladas hasta entonces están fuera de servicio -dinero perdido- porque los ayuntamientos no han sido capaces de pagar el coste energético de su mantenimiento ni repercutirlo en los usuarios.

Sólo han cumplido el compromiso Cataluña, Madrid, Navarra, Baleares, la Comunidad Valenciana y Galicia, mientras se encuentran en desarrollo las legislaciones de Aragón, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Cantabria.

El sector del agua, muy necesitado de que estas obras se pongan en marcha ha mostrado su preocupación sobre cómo se regularán los aspectos prácticos del pago y qué ocurrirá con los modificados de los proyectos, el control y la dirección de obra, toda vez que no quedan reflejados en los Presupuestos del Estado y se trata de contratos llave en mano. ¿Serán cerrados o no? ¿Quién garantiza la calidad de la obra si no puede modificarse el precio? Estas dudas quedarán despejadas en un mes, plazo en que según Medio Ambiente saldrán los pliegos de condiciones. Entre las empresas pequeñas cunde el temor de que al ir asociadas las obras a financiación privada, serán las grandes -con más capacidad de endeudamiento-, las que se lleven el gato al agua. Pero no es menor la incertidumbre entre las grandes, ante la posibilidad de que sean constructoras alemanas o francesas las que irrumpan en el mercado español a probar negocio.

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