La revolución, de la basura

La revolución de la basura está anunciada para el 1 de enero de 1998 en 176 municipios de la Comunidad (todos, menos Madrid, Rivas-Vaciamadrid y Arganda). Ese día, la Consejería de Medio Ambiente pondrá en marcha el nuevo plan de tratamiento de los residuos sólidos urbanos, cuya principal novedad será el uso de dos cubos de basura (uno para restos orgánicos y el otro para envases de plástico, latas de conservas o bebidas ... ) en cada domicilio y la instalación de dos contenedores distintos en cada barrio. La Comunidad regalará 600.000 cubos y 78 millones de bolsas para implantar esta medida.El consejero Carlos Mayor Oreja, titular de la cartera de Medio Ambiente y Desarrollo regional, espera aprobar su Plan de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos antes de las vacaciones y aplicar dicho plan a partir del 1 de enero próximo.

La revolución de la basura comenzará en los medios de comunicación: la Administración regional contratará espacios de publicidad por valor de 1. 800 millones de pesetas en los próximos, tres años. Se trata de convencer a dos millones de vecinos, los que viven en los 176 municipios, de las bondades del nuevo sistema de recogida de basuras.

"Tenemos que hacer una campaña muy fuerte, porque se trata de cambiar los hábitos de los madrileños para que se ocupen de separar la basura orgánica e inorgánica en sus propios hogares. Por eso, la publicidad es uno de los pilares en los que se basa el éxito de esta operación", explica Sylvia Enseñat, viceconsejera de Medio Ambiente. En su despacho descansan algunas bolsas amarillas para basura que ha recogido en sus visitas al norte de Europa, donde se aplica este sistema de recogida desde hace tiempo. "España está muy atrasada. Madrid será la primera comunidad en seguir el ejemplo de otras ciudades europeas", se ufana Enseñat. Para evitar la resistencia vecinal, la Administración pública ha decidido regalar el segundo cubo a 600.000 familias, aproximadamente las mismas que viven en esos 176 pueblos. Medio Ambiente ya ha enviado formularios a los ayuntamientos para que precisen cuáles son sus necesidades. En los nuevos cubos para la basura inorgánica de color amarillo, según el plan- gastará la consejería 195 millones de pesetas. También regalará la Comunidad de Madrid las primeras bolsas amarillas, donde los usuarios tendrán que depositar los restos inorgánicos: latas de bebidas y conservas, envases de tetra brik, plásticos... En las puertas de los mercados e hipermercados de los 176 municipios se repartirán gratuitamente 78 millones de bolsas para las que se ha previsto un gasto de 280 millones de pesetas.

La basura inorgánica, que supone el 20% del total, se depositará en contenedores, también de color amarillo, que la Administración situará junto a los actuales contenedores grises que existen en todos los municipios. Medio Ambiente comprará 21.000 contenedores para la basura inorgánica y los repartirá por los 176 municipios conforme a los siguientes criterios: - Un contenedor por cada 1.000 habitantes en zonas urbanas de alta densidad.

- Un contenedor por cada 800 habitantes en áreas urbanas con densidad media.

-Un contenedor por cada 600 habitantes en áreas rurales.

Los nuevos depósitos de basura se situarán a una distancia máxima de 250 metros de los domicilios. La basura recogida en los contenedores amarillos será trasladada a la planta de clasificación de Pinto (480 millones de pesetas) que, según Medio Ambiente, será inaugurada en enero del próximo año. Allí se almacenarán por separado metales y plásticos, que serán vendidos a "empresas dedicadas al reciclado de estos materiales", según Enseñat.

Restos orgánicos

Respecto a la basura orgánica, la Comunidad no aplicará el modelo de la capital -que ya está utilizando estos restos para convertirlos en abono en su planta de tratamiento de estos residuos- hasta el año 2003.

"Sin garantizar una correcta separación de restos orgánicos e inorgánicos, no podemos abordar el tratamiento de la materia orgánica, pues el abono que conseguiríamos sería de muy mala calidad", argumenta la viceconsejera de Medio Ambiente.

A finales de 1998, la Comunidad proyecta abrir dos nuevas plantas de clasificación en el norte y en el corredor del Henares.

Para los desechos sanitarios, el Gobierno regional también ha previsto la instalación de 3.200 contenedores y la colocación de carteles informativos en las farmacias, que serán los principales puntos de recogida de estos residuos. Otros 1.000 depósitos, financiados por el Ministerio de Medio Ambiente, serán repartidos por la región para la recogida de pilas.