Organizaciones ecologistas denuncian que ha habido varias cacerías ilegales en el Parque Picos de Europa
El presidente de Renfe, entre los acusados de abatir rebecos en la zona protegida
El Colectivo Montañero por la Defensa de Picos de Europa, Adedenat, URZ, Arca, las coordinadoras ecologistas de Cantabria y Asturias y Asociación Asturiana de Amigos de la Naturaleza (ANA) han interpuesto varias noticias por caza ilegal en el Parque Nacional de Picos de Europa ante el organismo autónomo Parques Nacionales (dependiente de Medio Ambiente y las fiscalías de las comunidades autónomas.
Las cacerías han sido autorizadas por las consejerías de Agricultura y Medio Ambiente de los gobiernos autónomos de Asturias y Castilla y León, respectivamente, sin ser su competencia y atentando de manera flagrante contra la legislación vigente y el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales de Picos (PORN) que prohibe taxativamente la caza deportiva en este enclave natural, según han reconocido a este periódico el ex director del parque, Javier de Sebastián, y el actual director en funciones, Miguel Menéridez.Hasta ahora, en la gran mayoría de las ocasiones, los cazadores son advertidos por la guardería del parque y por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) de la ilegalidad que cometen, y han sido interpuestas algunas denuncias ante el juzgado de guardia de Cangas de Onís (Asturias).
No obstante, la Guardia Civil no intervino los pasados días 14 y 15, cuando el presidente de Renfe Miguel Corsini, el notario Javier Navia Osorio y el empresario Joaquín Vázquez Alonso, entre otros, participaban en una cacería de la Sociedad Astur de Caza dentro del parque nacional, en el municipio asturiano de Amieva, donde se abatieron dos rebecos. Las dos piezas fueron cazadas por Navia y Vázquez, según los grupos ecologistas.
Órdenes "de arriba"
La guardería del parque denunció los hechos ante el juzgado de Cangas de Onís. Avelino Cárcaba, presidente de El Colectivo Montañero por la Defensa de Picos de Europa, asegura que la caza no pudo impedirse ya que "existían órdenes expresas verbales dé la Delegación del Gobierno en Asturias o incluso de más arriba para que la Guardia Civil no actuase". Cárcaba va más allá al señalar la buena relación de algunos de estos cazadores con el vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, de quien también es conocida su afición por la caza.José Ramón Cruz, jefe de la ,Secretaría del delegado del Gobierno en Asturias, prefirió ayer no pronunciarse sobre si este organismo había indicado a la Guardia Civil que no acudiera a la cacería. Un portavoz oficial de Renfe dijo ayer que Corsini fue invitado a la cacería a título personal, "para pegar uno s tiros", pero que desconocía absolutamente que pudiera ser ilegal.Se da la circunstancia que el pasado día 22 de abril el director del Parque Nacional de Picos de Europa, Javier de Sebastián, fue cesado de forma fulminante tras negarse horas antes a autorizar cacerías deportivas en el ámbito del parque. De Sebastián señaló ayer a EL PAÍS que hoy haría lo mismo, ya que la caza en este espacio natural está prohibida por ley y hay informes jurídicos de la propia abogacía del Estado."Las cacerías dentro de un parque nacional no son competencia de las comunidades autónomas y las leyes se tienen que cumplir", señaló De Sebastián. Desde el cese de este último, se encuentra de director en funciones del parque Miguel Menéndez, anterior director adjunto, quien también dijo a este periódico que la cacería de los días 14 y 15 no contaba con ningún permiso de la dirección del parque, "único competente de las autorizaciones".Los colectivos ecologistas estiman que de aplicarse las sanciones administrativas que corresponden a la legislación específica del parque, las cuantías de las multas oscilarían entre los dos y los 20 millones de pesetas; cantidad que podría incrementarse notablemente si se combinan con aspectos previstos en la Ley de Caza. Además, los grupos conservacionistas piden al organismo Parques Nacionales que se apliquen las multas máximas por la "violación intencionada de las normas del Parque Nacional de Picos y por la actitud de franco desacato a su guardería, que fue desobedecida de forma explícita al continuar la cacería y negarse a entregar las armas".
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