Euskadi recaudará 128.000 millones más

El alcohol, el tabaco y las gasolinas ya forman parte de la Hacienda vasca. La recaudación de estos impuestos especiales, cuya discusión técnica ha paralizado durante un año el mayor de los compromisos del Gobierno de José María Aznar con el Partido Nacionalista Vasco, es desde ayer cuestión de las diputaciones forales. Estas instituciones recaudarán por esos impuestos 127.782 millones de pesetas este año (el 6,24% de los dos billones que la Hacienda central prevé recaudar en España este ejercicio por esos conceptos).

La recaudación de los impuestos sobre el alcohol, tabaco y gasolinas correspondía hasta ahora a Madrid, pero la cuantía recaudada se incluía como deducción en el cálculo del cupo, es decir, se restaba de la cantidad de dinero que el País Vasco tiene que pagar cada año al Estado para financiar los servicios de la Administración central no transferibles. Se trata, por tanto, de un cambio de gestión de ese dinero, que al final de cada ejercicio se compensa. Rodrigo Rato afirmó ayer que el traspaso de esta recaudación "no supondrá ni una peseta para el Estado". El cupo es el dinero que la comunidad vasca paga al Estado para financiar los servicios de la Administración central no transferibles a la comunidad autónoma: Defensa, Casa Real, Correos y Asuntos Exteriores. Se calcula mediante una fórmula (que tiene en cuenta los impuestos no cedidos o no concertados), cuyo dato principal es el índice de imputación, el 6,24%, sobre el presupuesto de gastos del Estado no asumidos por el País Vasco.El acuerdo firmado en la madrugada de ayer concede al País Vasco un plus de autonomía fiscal, además de la rentabilidad que ese dinero produce durante el tiempo que permanece en manos vascas. Mientras tanto, a Madrid le soluciona la papeleta de un cupo que este año resultaba negativo para el Estado, es decir, obligaba al Estado a pagar a la Administración de Vitoria. La salida de los impuestos especiales de los ajustes del cupo lo convierte en positivo: por definición, el cupo nunca puede ser negativo porque el Gobierno central ofrece a los vascos servicios no transferibles.

En el cálculo del cupo anual se han incluido una serie de ajustes -monopolios, déficit del Estado y financiación de la sanidad, entre otros- que distorsionan la filosofia del sistema y cuya metodología hizo encender la alarma al resultar negativo para este año: antes del acuerdo firmado en la madrugada de ayer al Estado le correspondía pagar alrededor de 13.000 millones de pesetas a Euskadi en 1997.

Al eliminar los impuestos especiales del cálculo del cupo, éste aumenta automáticamente en esos 127.782 millones, lo que dejaría esa cantidad que el País Vasco deberá pagar a Madrid a finales de este año, una vez sumados los anteriores 13.000, en unos 114.000 millones de pesetas. Ibarretxe declaró ayer a Euskal Telebista que el cupo rondará este año con la nueva fórmula entre 110.000 y 115. 000 millones.

La virtualidad y el riesgo del cupo vasco es que se calcula a partir de las previsiones de ingresos de los presupuestos del, Estado. Si Euskadi recauda más del 6,24% previsto en las cuentas estatales, tanto en IRPF como en el Impuesto de Sociedades, el beneficio es para el País Vasco. Si sus servicios de Hacienda e inspección no dan la talla, Euskadi pierde dinero.

En el caso del IVA, y ahora de los impuestos especiales, tanto Madrid como Vitoria han optado por equilibrar los riesgos. Además del cálculo inicial efectuarán un ajuste al final del ejercicio para compensar posibles pérdidas o ganancias sobre lo previsto.