Javier Marías compone con sus artículos "un diario involuntario"
El escritor presenta 'Mano de sombra'
Novelista de 46 años, Javier Marías escribe cada domingo artículos en El Semanal, un suplemento que se distribuye con 23 periódicos españoles. Los publicados entre diciembre de 1994 y noviembre de 1996 aparecen ahora recopilados en Mano de sombra (Alfaguara), un volumen presentado ayer en Madrid, por el que desfilan la madrina del autor, su tío Jess Franco, John Ford, Ed Wood, Puskas, Alvar Núñez Cabeza de Vaca y otros muchos personajes con los que ha compuesto "un diario- involuntario". Ayer también se presentó el audiolibro No más amores, en el que Marías lee ocho de sus mejores relatos.
El autor de Corazón tan blanco nunca había escrito un diario, ni había experimentado la sensación de no poder faltar semanalmente a los lectores. Él preferiría hacer como el pianista Arturo Benedetti Michelangeli, "del que nunca se sabía si iba a tocar o no", pero se considera del "género cumplidor" y sigue sentándose a la mesa para escribir el artículo tenga tema o no. "Hay altibajos en los artículos y lo que uno procura es que no haya ninguno execrable", dice. "A la postre, me cuestan el mismo trabajo los serios que los frívolos, los que salen mejor o peor".Marías comenta en estos textos la actualidad política y aspectos de la sociedad española, y también desfilan por ellos personajes, anécdotas y recuerdos de situaciones y viajes. A veces es muy directo y puede referirse a "un rasgo más de cinismo de Felipe González", y a los casos de corrupción y engaño en los últimos años, de los que parece derivarse la aplicación a la vida política de "ese estúpido precepto de nuestro refranero: piensa mal y acertarás". Respecto a su posición política, Marías espera que los lectores de Mano de sombra concluyan que, como mucho, tiene una ideología confusa. "Aunque sí se percibe que soy una persona tirando a izquierdas y laica, muy laica".
El escritor sería partidario de la implantación de lo que él llama el voto negativo, consistente en que cada ciudadano pueda optar en su papeleta por el mensaje "deseo que gobierne tal partido" o su contrario. Así podría darse el resultado global, por ejemplo, de "menos de un millón", lo que haría difícil "la prepotencia de ningún Gobierno".
Crispación
Marías tiene algunas objeciones al año del PP. "Dejando de lado la economía, que parece que cuando va mal no tiene nada que ver con los gobiernos, y cuando va bien deja de ser un fenómeno de la naturaleza, como los huracanes, y pasa a ser obra de unos señores muy probos, lo más grave de la situación actual es el clima de crispación", afirma. "En contra de lo que se preveía, al cabo de un año el clima, casi diría que de guerra civilismo, por suerte verbal, sigue siendo igual, si no mayor, que tras los 13 años de Gobierno socialista.A la oposición actual se le ha dicho que ni siquiera tiene legitimidad para oponerse, y parece que se ha dejado convencer". "Si los que antes estaban exasperados por no tener el poder siguen exasperados ahora que lo tienen, es que algo va mal y hay un elemento enfermizo", añade el escritor.
La crítica y los críticos es otro de los asuntos que aparecen en varios momentos del libro. Marías explica que es lector de crítica. "La aprecio y he aprendido a leer muchos libros gracias a ella". De ahí que le preocupe la falta de sinceridad que observa en muchos críticos. "La crítica está en España en un estado de deterioro que no recuerdo jamás", señala. "Debiera ser que, dependiendo de la calidad del libro, el crítico hiciera una pieza mejor o peor. Esto no ocurre casi nunca hoy en día. El mayor problema de la crítica en los periódicos es que en un elevadísimo porcentaje las críticas me parecen insinceras y cuando esto ocurre no hay nada que hacer. Todos sabemos de los compromisos, amistades y compadreos, pero, por lo menos, ¡que se esfuercen ,en que no se note! La segunda cosa grave es que rara vez leo una crítica que, incluso siendo positiva, me contagie. el entusiasmo". «
Babelia
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