Cuando las biografías superan a las ficciones

Hasta los maestros de la narrativa del realismo fantástico siempre han reconocido que las peripecias de la vida suelen superar a las imaginaciones más desbordantes. Al margen del eterno dilema sobre si la realidad supera a la ficción, lo bien cierto es que algunas trayectorias vitales atesoran todos los ingredientes de unas historias fascinantes. "Ha tenido una vida de novela", se suele comentar en tono coloquial. 0 como señalaba el escritor José Manuel Caballero Bonald: "Las memorias son una novela, quien habla de su memoria también inventa". En cualquier caso, España no cuenta con una tradición tan arraigada como el mundo anglosajón, Francia o Alemania de leer biografías o, libros de memorias. Pero en las últimas semanas varias editoriales han impulsado la presencia de este género en las librerías. Desde escritores famosos a científicos, desde la Reina a líderes de la revolución cubana, desde Manuel Azaña a actores consagrados, el género invade hoy las estanterías. El fenómeno de ventas más importante ha sido, sin duda, la biografía de la reina Sofía, escrita por Pilar Urbano y publicada por Plaza y Janés, que ha alcanzado ya el medio millón de ejemplares. Aparecido en noviembre del año pasado, el libro figura todavía en la lista de obras de no ficción más vendidas. Pero El viaje a la semilla (Alfaguara) sobre Gabriel García Márquez, de Dasso Saldívar; Georgie (Ediciones Proa), sobre Jorge Luis Borges, de Alejandro Vaccaro; y Mi vida junto a Pablo Neruda, de su mujer, Matilde Urrutia, fallecida en 1985 (Seix Barral), entre otros, reflejan también el interés de las editoriales por satisfacer el ansia de muchos lectores por conocer las entretelas de sus autores favoritos.

Desde Ediciones B Charlton Heston y Mía Farrow rememoran sus profesiones públicas y sus cuitas privadas, al tiempo que uno de los psiquiatras más emblemáticos de este país, Carlos Castilla del Pino, con su Pretérito imperfecto (Tusquets), premio Comillas de Biografías y Memorias, evoca su infancia y su juventud en la terrible España de la guerra y de la posguerra. En la misma editorial Dariel Alarcón, alias Benigno, un antiguo colaborador de Ernesto Che Guevara, relata los fracasos de la revolución cubana. En fin, las memorias de Manuel Azaña o los diarios de Andrés Trapiello, ambos en Pretextos, avalan un cierto auge del género biográfico. En opinión de Manuel Ramírez, uno de los responsables de Pretextos, una editorial muy decantada hacia el memorialismo, "se trata de un tipo de literatura que se ha revitalizado en los últimos años quizá por las demandas de un público joven y nuevo". Al enjuiciar el desdén español por estos temas Ramírez lo atribuye a "un cierto pudor, a un carácter nacional que se resiste a exhibir la privacidad". Este editor no alberga ninguna duda de que el género permite "tantas o más licencias que la narrativa".Pese a esta aparente eclosión de biografías y memorias, Beatriz de Moura, editora de Tusquets que convoca desde hace una década el Premio Comillas, califica a la sociedad española de "desmemoriada" y al género de "terreno baldío". Lamenta De Moura que se hayan presentado muchos más libros de memorias que de biografía a las sucesivas convocatorias de este galardón, el único de sus características en España, al tiempo que echa de menos un mayor rigor y una mayor talla literaria en el género. "A través de la biografía", señala, "se aprende historia". Beatriz de Moura se muestra entusiasmada con la biografía de Olivier Todd sobre Albert Camus que publicará este mes. "La obra es magnífica y me alegra editarla porque para mí Camus supone un punto de referencia moral y ético".

,El director editorial de Plaza y Janés, Rafael Borrás, también suscribe que "un pudor malentendido ha impedido a veces conocer testimonios de protagonistas o de testigos de primera fila de muchos acontecimientos". Autor él mismo de una reciente biografía de Alfonso XIII, El rey perjuro (Ediciones Rondas), Borrás opina que el género vive una relativa pujanza en nuestro país y se muestra convencido de que su editorial apostará por nuevos títulos tras el éxito de la biografía de la Reina.

El crítico y profesor Miguel García Posada cree que el reproche sobre el déficit español en biografías y memorias era válido hace 10 o 15 años, pero ese retraso ha sido compensado en los últimos tiempos. "La coincidencia ahora de títulos en las librerías puede ser azarosa", señala, "pero la lista de autores que han repasado su vida es no sólo extensa, sino también brillante. Casi podemos hablar de una avalancha en las dos últimas décadas con escritores como Rafael Alberti, Camilo José Cela, Francisco Umbral, Juan Benet o Eduardo Haro-Tecglen". García-Posada niega que exista una disyuntiva entre la novela y las memorias, que considera un "género narrativo". "De hecho", agrega, "todo lector de novelas suele leer también memorias. 0 bien algunas obras concebidas como memorias han acabado convirtiéndose en grandes novelas. Sin ir más lejos, En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust".

La editorial Alfaguara también prepara Biografía de un solitario: Josep Pla, de Cristina Badosa; y Picasso, retrato del artista joven, de Norman Mailer; para los próximos meses. Una portavoz de la editorial señaló que la proliferación de biografías no significa en absoluto un agotamiento de la narrativa, sino que obedece al interés cada vez mayor de sectores de lectores.