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GENÉTICA

Descifrada la función de los dos genes del cáncer de mama

La comprensión del cáncer de mama hereditario ha alcanzado un punto clave con el descubrimiento de la función normal de los dos genes que se sabe que están implicados en la enfermedad, un paso necesario para comprender los procesos del trastorno y diseñar nuevas terapias. Esta función, hasta ahora desconocida, es mantener la integridad del banco de datos genético de la célula ayudando a reparar fracturas en los cromosomas.Los dos genes, BRCA1 y BRCA2, fueron identificados tras años de búsqueda en 1994 y en 1995, respectivamente. Las personas con copias defectuosas de uno de estos genes tienen a lo largo de su vida un riesgo de desarrollar cáncer de mama de hasta el 85% y un riesgo menor, pero no despreciable, de padecer cáncer de ovarios. Los casos de cáncer de mama hereditario son un 5% de los totales.

A la competición entre laboratorios por encontrar estos genes siguió la carrera para averiguar qué es lo que hacía cada uno de ellos. Dado que la secuencia de ADN de ambos genes es diferente, parecía que cada uno debía tener una función distinta en la célula. Sorprendentemente, los dos están implicados en la misma función.

ADN roto

El primer avance se conoció el pasado mes de enero en un estudio de David M. Livingston y sus colegas del Instituto del Cáncer Dana-Farber (Boston, EE UU). Ellos descubrieron que la proteína producida por el BRCA1 esta íntimamente relacionada en las células con el producto de un gen denominado Rad51, que entra en acción para reparar el ADN cuando ambas cadenas de la doble hélice se han roto. La reparación de tal rotura es crucial porque, si no, el cromosoma puede romperse en dos, produciendo inestabilidad genética en la célula, crecimiento incontrolado y cáncer.

El segundo hito del descubrimiento se ha producido ahora con la publicación en Nature (24 de abril) de un artículo en el que se anuncia el descubrimiento de que el BRCA2 también funciona relacionado con el Rad51. El hallazgo es de Allan Bradley y sus colegas del Baylor College of Medicine en Houston (EE UU), que han trabajado con ratones, a los que han quitado el gen de manera que han podido explorar los efectos de su ausencia.

En resumen: los tres genes (BRCA1, BRCA2 y Rad51) están implicados en la reparación de roturas de la doble hélice de ADN. Cuando se hereda una copia mutada del BRCA1 o del BRCA2, la proteína cuya producción gobierna el gen puede no funcionar debidamente. Cuando las dos copias de uno de estos genes están dañadas, las células no pueden ya reparar fracturas dobles del ADN y sus cromosomas pierden su identidad.

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