Muere en La Habana Dulce María Loynaz

La poeta cubana Dulce María Loynaz murió ayer en su casa de La Habana. Había cumplido 94 años y padecía cáncer. Autora de una vasta obra poética y con incursiones a la narrativa, como Jardín, fue galardonada con el Premio Cervantes en 1992. Entonces, el escritor Francisco Ayala hizo el elogio de su obra y la consideró entre las más representativas de la literatura latinoamericana en las primeras décadas del siglo. El último homenaje que recibió tuvo lugar hace unos días en el centro cultural de la Embajada española en Cuba. La poeta será enterrada hoy en el cementerio habanero de Colón.

Ese homenaje, al que acudió personalmente la escritora, tenía como razón el 45 aniversario de su novela Jardín, considerada su obra suprema. Quienes la vieron dicen que, pese a su edad y su enfermedad, se encontró hasta el flnal en estado de lucidez, aunque muy debilitada y casi ciega. "Si supieran cómo comprendo ahora a Borges", dijo la escritora.Dulce María Loynaz nació en La Habana el 10 de diciembre de 1903, por lo que su vida abarca la práctica totalidad del siglo Gracias a su acomodada familia (era hija de Enrique Loynaz del Castillo, general del ejercito anticolonial) fue esmeradamente educada y formada en su hogar. Publicó sus primeros poemas en 1920, en el periódico La Nación A partir de entonces sus viajes a Estados Unidos y Europa fueron frecuentes. En 1927 se doctoró en Derecho en La Habana y su pasión viajera se acentuó y ensanchó a los. cuatro continentes.

Entre Canto a la mujer esteril, poema escrito en 1937, y Un verano en tenerife, diario de viaje publicado en 1958, Dulce María Loynaz publico una decena de libros, uno, de las cuales, Versos, recopiló en 1938 su obra poética iniciada en 1920, cuando tenía 16 años. Juegos de agua es de 1947 Jardín de 1951, Carta de amor a Tutankamon de 1953. En 1959 tras la revolución castrista, entró en un periodo de enclaustra miento y de silencio, que no pa rece debido a motivos políticos: "No me han tratado ni bien ni mal. Me han respetado".

En 1985 publicó Poemas escogidos, en 1991 Bestiario y La no via de Lázaro y, poco antes de obtener el Cervantes, fue distinguida con el premio Isabel la Católica, lo que en la ancianidad la consagró como una de las más relevantes poetas en castellano de este siglo y que un día dijo: "El poeta dura lo que dura la juventud de su cuerpo".