Cerpa anunció el final por carta a su mujer
Néstor Cerpa Cartolini, el jefe del comando del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA) que ocupó durante 126 días la residencia del embajador japonés en Lima, había pedido a principios de este mes, a través de un médico, que lo despidieran de su mujer, pues temía que la crisis se resolvería por la vía armada, informó ayer el diario argentino Clarín.La petición se produjo en momentos en que los miembros del comando no tenían cómo enviar mensajes escritos fuera de la residencia nipona, razón por la cual Cerpa "optó por rogarle al médico" que entregara la carta cuando le tocara visitar la prisión de Yanamayo, en Puno, donde su esposa, Nancy Gilvonio, cumple una condena de cadena perpetua. "Te recuerdo con mucho respeto y admiración. No te olvidaré nunca. Mi corazón jamás podrá olvidarte", fueron algunas de las frases de la misiva que el comandante Evaristo envió a su mujer presagiando que no iba a salir vivo de la residencia del embajador nipón.
Entretanto, Felicidad Cerpa Cartolini, madre del jefe guerrillero muerto, acusó ayer desde Francia al presidente peruano, Alberto Fujimori, de "haber engañado y traicionado a la opinión pública internacional". Refugiada en la ciudad francesa de Nantes desde hace nueve años, donde cuida de los dos hijos del jefe del MRTA, deploró en una conferencia de prensa que el Estado peruano "no haya sabido respetar una acción pacífica" y haya elegido "poner fin a un proceso de negociaciones antes que una salida pacífica y no sanguinaria". Felicidad ha pedido a la Cruz Roja que le facilite un viaje a Perú para dar "cristiana sepultura" a su hijo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.