Ortografía

Primero son los maestros y luego los profesores de instituto los que no deben pasar por alto los errores de ortografía de los alumnos. Alcanzar la selectividad cometiendo errores tan banales no tiene sentido alguno. Escribir es como hablar, se sabe o no se sabe, sale del alma, viene de dentro, donde tenemos memorizadas ciertas reglas que con el habla salen por instinto. Pues igual es escribir, sólo hay que prestarle un poco más de atención. Poner los nervios como excusa en un examen me parece bochornoso. Y que el Gobierno y los rectores de universidad admitan tal excusa, nefasto.Es fundamental dar a la ortografía mayor prioridad, enseñar la importancia que tiene algo tan sencillo de aprender, pero todo esto desde la más temprana edad. La enseñanza de mi país me fue muy útil. No la pongo como ejemplo a seguir, librémonos de ello, pero a partir de cierta edad no se admitían barbaridades, sencillamente significaban un suspenso. Llevo 15 años en España y jamás he tomado clases de lengua española; aun así, distingo perfectamente la b de la v y la y de la ll, y colocar la h en su sitio me parece algo de lo más natural, instintivo. Sólo me fijé siempre en cómo se escribían las cosas, porque así me enseñaron. Me enseñaron que el que cometía errores de ortografía era un ignorante. Sin más.-