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ESPACIO BASURA: CONTRA SATÉLITES Y NAVES

Los expertos advierten sobre el peligro de ensuciar las órbitas

Unos 10.000 trozos de basura espacial producida por el hombre son vigilados constantemente mediante rádares y telescopios ópticos; 8.500 de esos fragmentos -pedazos de satélites apagados, piezas de la última etapa de los cohetes y otros restos- están perfectamente catalogados en el espacio alrededor de la Tierra.Además, se estima que hay entre 70.000 y 150.000 fragmentos pequeños (entre uno y diez centímetros), no detectables pero capaces de producir destrozos considerables en las naves espaciales y satélites operativos. La amenaza es especialmente seria para los artefactos que están en órbita baja (entre 200 y 2.000 kilómetros de altura) y los que están en órbita geoestacionaria (36.000 kilómetros). En esas dos regiones hay más de 700 objetos de basura espacial catalogados.

Para abordar el problema y diseñar medidas que minimicen el problema de cara al futuro, se han reunido 200 expertos de 18 países en Darinstadt (Alemania) en la II Conferencia Europea sobre Basura Espacial, organizada por la Agencia Europea del Espacio (ESA). Los expertos han pedido a las Naciones Unidas que se establezca un tratado internacional para parar el aumento de la basura espacial. "La legislación espacial tiene una necesidad básica de un suplemento sobre la basura espacial ya que las leyes actuales son demasiado generales", señaló Bess Reijnen, catedrático de Derecho Espacial en Holanda, informa Reuter.

Naciones Unidas empezó a trabajar en 1996 en un plan de cinco años para hacer normas internacionales para reducir la generación de estos restos. La ONU quiere asegurar que cualquiera que lance una nave espacial tenga que retirarla después de su uso o dirigirla hacia órbitas menos utilizadas. El problema se hace especialmente grave si se tiene en cuenta que existen planes para lanzar 1.000 satélites de aquí al año 2005.

La ESA, y otras agencias espaciales, ya están implicados en la prevención del problema; por ejemplo, los satélites en órbita geoestacionaria, cuando se termina su vida operativa, son desplazados hacia órbitas cementerio, no utilizadas por artefactos operativos.

Sin embargo, se reconoce que a largo plazo estas medidas son insuficientes y que puede ser necesario en algún momento recurrir a la limpieza, destruyendo grandes piezas de basura espacial, en regiones densamente pobladas de fragmentos inservibles. Esto se puede lograr recurriendo a la reentrada de piezas en la atmósfera, que significa desintegración total de la basura.

Pero el peligro ya está ahí, y los expertos consideran necesario que los artefactos espaciales de larga duración y los vehículos, tripulados o no, vayan protegidos con escudos.

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